Leonor está a punto de dar por concluida su etapa en el buque escuela Juan Sebastián Elcano. Esta semana se reincorpora de nuevo con sus compañeros guardiamarinas después de pasar dos semanas en la fragata Blas de Lezo. Uno de los pasos para recibir la máxima condecoración con la Armada. Se ha librado de las tres semanas de navegación para llegar de Nueva York a Gijón, pero ha recibido una formación aún más dura, la disciplina y el nivel de exigencia han sido mayores. La princesa ha participado en ejercicios de combate disparando a blancos en el mar, incluso hundiendo barcos, como si estuviese en una guerra real.

Leonor subiendo a la fragata Blas de Lezo
Leonor subiendo a la fragata Blas de Lezo

Ha llegado un nivel en el que Leonor ha terminado llorando en su camarote. Sus nuevos compañeros, con los que ha conectado, han querido ayudarla. De hecho, le ayudaron a colocarse bien el arma y a sujetarla. Son armas reales y algunas de ellas pesaban casi más que la hermana de Sofía.

Si fuese por Leonor, o incluso por Letizia, no hubiese realizado la formación militar en ningún momento. Sin embargo, Felipe VI ejerció presión porque para la corona es algo totalmente obligatorio. Es un requisito para ser la próxima Jefa de Estado. Necesita las tres condecoraciones, una por cada ejército. Pero está exhausta, agotada, especialmente con su formación militar con la Armada. Está siendo la más dura de todas. Justo después de pasar cinco meses en un buque escuela, alejado de su familia y amigos, ha tenido que similar una guerra con otras embarcaciones, ha participado junto a otros 2.000 militares.

Leonor no reúne la forma física exigida en la Armada 

En algunos casos los oficiales han hecho la vista gorda con ella. No es su vocación ni ha entrado en la carrera de militar para dedicarse a ello. En su caso es por obligación. Por ello, aunque Felipe VI ha pedido que no se haga ninguna distinción con su hija, para que esté al mismo nivel, en su caso se han adaptado los cursos para que pueda hacer una formación de cuatro o cinco años en uno. Es normal que no esté preparada y que ni tan siquiera reúna la forma física requerida.

Por suerte, Leonor se despide esta semana de la fragata Blas de Lezo. Vuelve a Marín para despedirse la próxima semana de esta formación donde recibirá un 10, aunque su rendimiento no haya sido ni de cinco en muchos casos. Lo único que aplauden los comandantes es su actitud. Sabe perfectamente cual es su deber.

La princesa Leonor en el Blas de Lezo / Casa Real
La princesa Leonor en el Blas de Lezo / Casa Real