Hoy es el día. La princesa Leonor pone punto y final a su paso por la Armada este domingo 13 de julio. Solo le quedará recibir el despacho que la acreditará como alférez de fragata. Algo que ocurrirá el próximo 16 de julio. Y está previsto que los reyes Felipe VI y Letizia estén presentes.

Leonor zarpó el 11 de enero desde Cádiz. Pasó cinco meses en alta mar. Luego fue trasladada a la fragata Blas de Lezo, donde permaneció 15 días. Allí debía aplicar lo aprendido. Regresó al buque escuela Juan Sebastián Elcano para una última fase de prácticas. Una travesía por el norte peninsular que termina ahora. Pero no lo hace sin controversia. Aunque lo pinten como un cierre brillante, es un episodio lleno de dudas, irregularidades y privilegios. La realidad dista mucho de la imagen oficial.

Elionor a Valparaíso
Leonor

La princesa Leonor no llega a los mínimos

El rendimiento real de Leonor, según múltiples fuentes, ha sido insuficiente. Ni física ni académicamente ha alcanzado los mínimos exigibles a un cadete estándar. Aunque sus padres, Felipe VI y Letizia, pidieron que fuera tratada como una más, no ha sido así.

En cada destino, Zaragoza, Marín, Blas de Lezo y Elcano, ha habido trato de favor, posiciones simbólicas, ausencia de exigencia real. Se buscaba proyectar una imagen de heredera preparada y capaz, pero los hechos apuntan a una realidad maquillada.

El ambiente a bordo ha sido tenso. Tanto en el Elcano como en la Blas de Lezo, se percibe una ficción militar en torno a Leonor. Un paripé. “Todo está controlado. El que hable, se juega el futuro”, comenta un oficial. Los instructores no están cómodos: se les pide que no evalúen con rigor. “Evita suspensos, facilita el paso”, son frases que, aseguran, se escuchan con frecuencia.

Además, la princesa acumula dos suspensos en materias técnicas. Pero serán borrados de su expediente final, según testimonios internos. También consta al menos una falta disciplinaria que fue eliminada del sistema.

La princesa Elionor en el Blas de Lezo / Casa Reial 3
La princesa Leonor en el Blas de Lezo / Casa Real

Leonor será aprobada por decreto

Todo ello sumado a su lamentable estado de forma. “Hay pruebas físicas que nunca completó. Ejercicios obligatorios para todos… menos para ella”, confiesa un cadete. “No es una cuestión de inteligencia, sino de actitud”, dice un oficial para Monarquía Confidencial. “Se esfuerza más en lo ceremonial. Lo físico no es lo suyo. Y eso preocupa”. Antes de entrar en Zaragoza y Marín, se le recomendó mejorar su forma física. No hizo caso. Y tampoco lo hizo antes de embarcarse en el Elcano.

Pero a pesar de que un cadete normal no sería apto con todo este expediente, todo está listo para que reciba las máximas distinciones. Será nombrada primera de su promoción. A pesar de que, según varias fuentes, ha sido una de las más flojas físicamente.