Juan Carlos I se ha hartado de vivir tantos años a miles de kilómetros de España y completamente solo. Ha rogado a Felipe VI traerle de vuelta, pero está harto de arrastrarse. Ha querido tomarse la justicia por su mano y ha emprendido acciones legales contra Miguel Ángel Revilla, a quien denunció por vulnerar su honor en su último libro, y a Corinna Larsen por las amenazas del político. Además, amenaza con publicar sus memorias este verano para que nadie se olvide de él ni de la importancia que tuvo su figura en la transición.

Miguel Ángel Revilla y Juan Carlos I

Casa Real se desvinculó totalmente de las acciones del exmonarca. No sabía absolutamente nada. Miguel Ángel Revilla se mostró muy dolido con la denuncia de una persona que en su día fue su amigo. Esta misma mañana se ha producido el acto de conciliación, pero no se ha llegado a ningún acuerdo. Como era de esperar, el emérito ha enviado a sus abogados, él no se ha presentado para reencontrarse con el cántabro. El acto ha tenido lugar en el complejo judicial de Salesas de Santander.

Juan Carlos I no va a retirar la demanda a Miguel Ángel Revilla 

Miguel Ángel Revilla no se ha retractado en sus palabras como pedía Juan Carlos I y “previsiblemente” irán a juicio. "Claro que voy a mantener lo que he dicho. Yo no me callo ante las injusticias que veo y me he visto en la obligación de decir lo que pienso, que es lo que piensan la mayoría de españoles", dijo.

Posteriormente, a su salida del juzgado, Revilla ha señalado que cree "en la justicia" y que su abogado se encargará de preparar el juicio. "Lo que demandan es que yo reconozca que he mentido, tanto en temas de corrupción, como en dinero que tiene fuera, como en delitos fiscales, pero mi abogado, que ha tenido una intervención larga, ha dicho que Revilla no ha mentido, sino que ha bebido de las fuentes donde está publicada esa información", ha explicado.

Juan Carlos I retiraría la demanda con una sola condición, quiere que su hijo le pida perdón. Está esperando que Felipe VI se canse de esta situación y cumpla con sus deseos de volver a España. Por ahora el monarca no ha movido ni un dedo, así que el juicio sigue adelante. Parece que Miguel Ángel Revilla es solo un daño colateral para hacer daño a la corona y a su propio hijo, algo que hace año jamás se hubiese atrevido a hacer.

Miguel Ángel Revilla, acto de conciliación en Santander / EFE