Juan Carlos I vuelve este fin de semana a Sanxenxo para participar en las regatas y podría ser que aparezca de forma privada por Madrid para visitar a la reina Sofía. Felipe VI, con quien en estos momentos mantiene una relación tensa por las últimas demandas del emérito, ha hablado seriamente con él sobre la salud de la emérita. Los exmonarcas pusieron punto y final a su relación hace décadas, pero nunca anunciaron su divorcio, simplemente se limitaron a cesar la convivencia y cada uno hizo su vida de forma discreta, el padre de la infanta Elena no tanto. No obstante, Juan Carlos ha apoyado a la madre de sus tres hijos en todo, siempre le ha mostrado su agradecimiento por mantener a su lado por el bien de la corona a pesar de todas las humillaciones. Es un gesto que valora y por este motivo la reina Sofía también figura en su herencia junto a las infantas Elena y Cristina.

Juan Carlos I muestra su preocupación por la reina Sofía
Tanto Juan Carlos I como la reina Sofía son del mismo año, 87 años, una edad bastante avanzada en la que empiezan a aparecer algunos problemas de salud, como la movilidad o demencia senil. La emérita se ha enfrentado a unos años muy complicados, con pérdidas muy duras en su familia. Se tuvo que despedir de su hermano Constantino de Grecia, que falleció de un derrame cerebral casi de forma inesperada. Unos meses más tarde se confirmó que su hermana Irene de Grecia padecía Alzheimer, la enfermedad del olvido. Su máximo apoyo, compañera de viaje, prácticamente es como si no existiese, no recuerda ni su nombre. La reina Sofía se ha visto completamente sola con una familia totalmente dividida. Desde que estalló el caso Nóos y las polémicas de Juan Carlos I, Felipe VI y Letizia decidieron expulsar a los Borbón de la corona.
Felipe VI, Elena y Cristina se reunieron hace unas semanas para hablar sobre el preocupante estado anímico de la reina Sofía. Han ideado un plan para mantenerla siempre entretenida. La intención es que se distraiga, sonría y se aleje de Irene de Grecia. Pilar Eyre ha confirmado que está muy triste. Se pasa el día llorando encerrada en su habitación y apenas come, ni duerme. “Su situación en estos momentos también es preocupante: me han contado que no duerme ni come, y llora mucho. ¡Y es que las mujeres de esta familia nunca han sido felices!”, dijo la periodista.
