Juan Carlos I está harto de que se le menosprecie. Él considera que ha sido un monarca muy importante para España, especialmente en el proceso de la transición, sin embargo ha acabado marchándose por la puerta de atrás. Sus polémicas le han costado un precio muy alto. En 2014, Felipe VI le obligó a abdicar como único remedio para salvar la institución. En 2020 llegó la gran humillación pública, le pidió que se marchase de España, un exilio, la peor vergüenza para un rey. Se instaló en Abu Dabi donde tiene grandes amigos. Sin embargo, aunque cuenta con todas las comodidades del mundo, se siente muy solo. El marido de la reina Sofía ha pedido volver en muchas ocasiones, pero nunca ha recibido luz verde. Parece que el actual monarca tiene claro que su padre morirá fuera de España, pero tiene todo preparado para que eso no sea un escándalo. Él no quiere que suceda, por ello se ha atrevido a enfrentarse a su hijo y a la institución.

Juan Carlos y la Infanta Elena, foto de equipo
Juan Carlos y la Infanta Elena, foto de equipo

Juan Carlos I tiene mucho miedo a morir completamente solo 

Hay un motivo de peso para que Juan Carlos I actúe de esta forma, y es que él siempre se ha sentido un ser superior y poderoso, ha podido controlar todas las situaciones, pero hay algo que el dinero no puede comprar, y eso son las enfermedades y la muerte. El emérito tiene miedo a morir, y sabe que ese día cada vez está más cerca. Ya son 87 años y arrastra muchos problemas de salud, especialmente de movilidad. Tal y como le han comunicado los médicos pasará sus días en una silla de ruedas. Los tratamientos en medicina regenerativa a los que se somete ya no funcionan porque su artrosis está muy avanzada.

La artrosis es una enfermedad reumática que afecta a millones de personas en todo el mundo, caracterizada por el deterioro progresivo del cartílago en las articulaciones. Juan Carlos I sufre un dolor muy fuerte en el tren inferior. Su pierna izquierda está prácticamente inmóvil. Presenta una gran rigidez. Ha sido intervenido en más de una decena de ocasiones de la cadera y las rodillas, sin mucho éxito.

Juan Carlos I tiene mucho miedo a acabar en silla de ruedas, a miles de kilómetros de su país y completamente solo. Encima morir sin nadie de su familia y con el cuerpo repatriado. Parece que a Felipe VI esta situación no le da pena y no piensa cambiar sus intenciones. Ante todo está preservar su reinado y garantizar el futuro de su hija. Sus padres le enseñaron que la corona estaba por encima de todo.

El emérito intenta llevar todo este asunto con la mayor discreción posible porque tampoco quiere que las personas se apiaden de él por su estado de salud. Él siempre se ha caracterizado por ser un hombre fuerte.

La infanta Elena y Juan Carlos
La infanta Elena y Juan Carlos