Juan Carlos I y Felipe VI están más distanciados que nunca. Los monarcas se enfrentaron hace unos meses tras la demanda del emérito a Miguel Ángel Revilla por vulnerar su honor. El exmonarca está muy cansado de que cualquier persona pueda atentar contra él y desprestigie su imagen, no piensa permitirlo más. Aunque tenga 87 años de edad no quiere que se rían de él, ha puesto las cartas sobre la mesa y ahora es él quien da las instrucciones. Casa Real no era conocedora de este último movimiento del marido de la reina Sofía. El actual rey habló con su padre seriamente y con tranquilidad para que retirase la demanda, el político es muy querido en España y ha recibido todos los apoyos, jugándole una mala pasada al emérito, quien se ha visto más solo que nunca. No obstante, es una persona muy testaruda y no piensa volver atrás porque si no se reirían de él y volverían a atacarle. Además, otro asunto que ha hecho que la relación se enfríe es la supuesta publicación de sus memorias que Felipe VI habría conseguido retrasar. El padre de Elena y Cristina quiere hacer justicia y dejar constancia de la importancia de su figura en el proceso de la transición española.

Infanta Elena y Juan Carlos con amigos

El emérito tiene 87 años de edad y se ve demasiado mayor. Solo piensa en volver a España para morir en su país y que su cuerpo no sea repatriado, sería una deshonra. Cree que tras cinco años en Abu Dabi ya ha cumplido con su castigo. No puede volver a Zarzuela nunca más, pero no entiende por qué no puede instalarse en España.

Juan Carlos I no vuelve a Abu Dabi por la guerra entre Irán e Israel, y ahora EE.UU. 

Aunque Felipe VI no le ha dado la aprobación, en las últimas visitas del emérito a Sanxenxo ha visitado Portugal, donde se rumorea que habría visto varias mansiones en la zona de Estoril y Cascais para instalarse de forma indefinida. Los médicos recomiendan que esté cerca de la familia por su avanzada edad y sus problemas de movilidad que continúan en aumento. Padece artrosis y su pierna izquierda está prácticamente inmóvil. Debe utilizar una silla de ruedas aunque se niega a hacerlo en público. Tampoco se recomienda que haga viajes en avión o en coche tan largos. Desde Portugal cruzaría la frontera en coche en pocos minutos, y en avión llegaría a Madrid en una hora.

Juan Carlos I se enfrenta a Felipe VI y le deja las cosas claras. No piensa volver a Abu Dabi y menos con la situación actual en Qatar. La semana pasada Trump entró en la guerra entre Irán e Israel al bombardear tres centrales nucleares. Irán le ha respondido el pasado fin de semana bombardeando la central militar de EEUU en Qatar. Ahora mismo no es un sitio seguro y menos para el emérito, por este motivo todavía no ha regresado y no se espera que lo haga, es la oportunidad perfecta para quedarse en el país vecino.

Juan Carlos I en Sanxenxo, mayo 2025 / EFE