Las vacaciones reales en Mallorca se viven con protocolo, control y distancia. Y pocos lo saben mejor que Jesús Ortiz y su esposa, Ana Togores. Aunque él es el padre de la reina Letizia, ambos están completamente excluidos de los planes familiares. Año tras año, su ausencia en Marivent confirma lo que muchos ya sospechan: Letizia no los quiere cerca.
La relación entre Letizia y Ana Togores es inexistente. Fría, distante y, en ocasiones, hostil. Lo fue desde el principio. El primer gesto claro llegó el día de la boda real, cuando a Ana se le prohibió la entrada a la catedral de la Almudena. Fue un mensaje directo: no formas parte de esta familia. Y desde entonces, nada ha cambiado.
La reina Letizia, selectiva con las parejas de sus padres
Mientras Letizia ha estrechado lazos con Marcus Brandler, la pareja de su madre Paloma Rocasolano, desde el principio de una relación que empezó hace cuatro años, ha mantenido vetada a Ana, que lleva más de dos décadas con su padre. Un trato desigual que refleja algo más profundo: celos y una vieja rivalidad personal.
Ambas estudiaron Periodismo, ambas compartieron una etapa profesional similar. Pero Letizia nunca toleró que su padre se enamorara de una colega de su misma generación. Para ella y para Paloma, fue una afrenta, una señal de que algo no funcionaba en el pasado familiar. Desde entonces, Letizia mantiene a su padre lejos, especialmente si va acompañado por Ana.
Vetados en los actos familiares
En Zarzuela, Ana entra por la puerta trasera. Si es que entra. En eventos familiares, como los bautizos de Leonor y Sofía, fue escondida en una habitación hasta que los periodistas se marcharon. En las fotos oficiales, no aparece jamás. Ni en los actos institucionales, ni en celebraciones, ni en viajes ni vacaciones.
Tampoco estuvo en el X aniversario de la proclamación de Felipe VI. Ni ella ni Jesús Ortiz fueron invitados a los actos públicos ni al círculo más íntimo. Tampoco estuvieron presentes en la jura de la Constitución de Leonor, un evento histórico para la familia real. Letizia prefiere fingir que no existen.
Las vacaciones en Mallorca siguen el mismo guión. Solo están los imprescindibles. Y Jesús Ortiz no lo es. A pesar de ser su padre, Letizia lo mantiene a distancia, evitando cualquier tipo de imagen que lo relacione con su núcleo familiar. Su pareja, menos aún. La reina no perdona ni olvida.