La vida social de Irene Urdangarin ha sido objeto de atención en los últimos tiempos, especialmente tras su llegada al colegio mayor de Oxford. Aunque su paso por la prestigiosa universidad británica promete ser una etapa de crecimiento académico y personal, las primeras impresiones no han sido las mejores. ¿A qué se debe?
Después de un año en el que Irene Urdangarin estuvo haciendo voluntariado en Camboya y tratando de aprobar las pruebas para sacarse el carnet de conducir, empezó su formación universitaria. Primeramente, quiso estudiar una carrera relacionada con el marketing, la hotelería o el turismo. Sin embargo, los medios informan que no fue aceptada en una prestigiosa institución en Suiza y cambió un poco de rumbo. Actualmente, estudia en Reino Unido, país al que llegó el año pasado en compañía de su hermano Juan Urdangarin.

En su momento, se creyó que asistiría a la University College London, donde decidió cursar sus estudios Alexia de los Países Bajos y, a su vez, estudiaron otras personalidades famosas como directores de cine, ganadores del Premio Nobel y músicos reconocidos. Lo cierto es que se está formando en la Universidad de Oxford, cuya matrícula está entre 38 y 55 mil euros con alojamiento incluido. Así pues, la sobrina de Felipe VI accedió al programa de ‘Hospitality’, una carrera con énfasis en la gestión de eventos y ocio. No obstante, parece que no le va del todo bien.
La carrera de Irene Urdangarin en Oxford está perjudicada
Según informaciones recientes, Irene ha llegado en varias ocasiones en condiciones que algunos consideran inapropiadas para una estudiante en una institución tan exigente. Se reporta que se deja ver en el campus con una apariencia afectada, lo que genera preocupación entre el personal y otros estudiantes. Conocida por su vida social activa, parece mantener un ritmo de salidas que va desde el jueves hasta el domingo, lo que reduce su rendimiento en las clases y altera su comportamiento y su integración en la comunidad universitaria.

Las primeras amonestaciones por conducta inadecuada ya han llegado, y algunos profesores del colegio mayor de Oxford expresaron su inquietud por ese comportamiento. Y es que continúa mostrando una actitud poco responsable y una falta de respeto hacia las normas del centro. Una situación que produce un desequilibrio total, pues no se debe mantener una vida social tan activa si no hay dedicación en cuanto a las actividades académicas. La etapa universitaria es exigente, un desafío que no podrá enfrentar si no consigue tomarse con seriedad sus primeros años.
Ciertamente, la hija de la infanta Cristina también merece tener su espacio para explorar y disfrutar de su juventud. Eso sí, la consideración por las normas del entorno académico son fundamentales para su desarrollo personal y profesional.
Se espera que, con el tiempo, Irene Urdangarin pueda ajustar su proceder y aprovechar al máximo su experiencia en Oxford, combinando sus actividades sociales con el compromiso académico que requiere una institución de tan alto nivel. La esperanza es que esta etapa sirva para que la royal aprenda a equilibrar diversión y responsabilidad, y que pueda seguir avanzando en un ambiente que, sin duda, le ofrecerá muchas oportunidades.