La etapa académica de la infanta Sofía en el selecto UWC Atlantic College ha llegado a su fin, y con ella, también una relación que marcó profundamente su paso por el internado galés. La hija menor de los reyes de España se ha graduado del bachillerato internacional, cerrando dos años de convivencia intensa con estudiantes de todo el mundo. Una experiencia que no solo le aportó formación académica y libertad, sino también vínculos personales muy estrechos, aunque no todos han perdurado.
Durante este tiempo, Sofía compartió su día a día con más de un centenar de compañeros, en su mayoría mujeres, muchas de ellas de nacionalidad española, algo inusual en anteriores promociones. La presencia previa de su hermana Leonor en el mismo colegio parece haber incrementado notablemente la demanda de estudiantes procedentes de España.

La infanta Sofía completa sus dos años de bachillerato en el UWC Atlantic College
Entre esas amistades destacaba una figura muy especial: una joven con la que la infanta compartía habitación, confidencias y celebraciones. La cercanía entre ambas era evidente, al punto de que sus respectivas familias llegaron a conocerse. Esta compañera incluso la invitó a una fiesta de Halloween durante el primer año, justo la noche en que Leonor celebraba su mayoría de edad en Madrid. Fue uno de los primeros indicios de la importancia de ese vínculo.
Sin embargo, lo que parecía una amistad sólida se fue deteriorando con el tiempo. Durante los últimos meses del curso, se produjeron malos entendidos y cierta tensión silenciosa entre ellas. Nadie en el entorno del colegio ha querido confirmar qué fue lo que desencadenó el enfriamiento, pero es evidente que algo cambió. Lo que antes era una complicidad constante, se transformó en distancia y frialdad.

Sofía rompe con su mayor amistad en Gales
La prueba definitiva fue el reciente acto de graduación, donde ambas jóvenes evitaron cualquier contacto visual o verbal. Quienes las conocieron de cerca en Gales no daban crédito. Habían sido inseparables, y ahora ni siquiera se dedicaban una despedida. Para quienes conocían la historia desde dentro, la ausencia de interacción no pasó desapercibida.
En todo caso, desde Casa Real se mantiene la habitual discreción absoluta. La vida personal de la infanta Sofía ha estado siempre blindada ante los medios mientras era menor de edad, y parece que esa estrategia se mantendrá durante esta nueva etapa que ahora comienza. La ruptura de esta relación cercana, aunque dolorosa, no será comentada oficialmente.