Lo que debía ser un momento histórico y de máxima visibilidad para la princesa Leonor ha acabado convertido en un bochorno internacional con implicaciones que han salpicado directamente a su madre, la reina Letizia. La esperada recepción ha quedado marcada por un gesto diplomático que ha levantado todo tipo de comentarios.

Tras casi cinco meses a bordo del buque escuela Juan Sebastián Elcano, recorriendo más de 17.000 millas náuticas y visitando ocho países, la heredera al trono llegó este  miércoles a Nueva York, un día antes de llo previsto, en la que será la última escala de su viaje. Ahora Leonor pasará unos días en la ciudad norteamericana antes de volver en avión a España. El resto de la tripulación y guardiamarinas lo harán por mar.

Letizia y Felipe dicen adiós a Leonor
Letizia y Felipe dicen adiós a Leonor

La princesa Leonor desembarca en Nueva York

Desde la Casa Real se había preparado una entrada por todo lo alto: medios desplazados, cobertura internacional y un equipo de comunicación dispuesto a proyectar la mejor imagen de la princesa. Al fin y al cabo, estamos ante uno de los momentos que saldrá en todos los resúmenes de la vida de Leonor.

Sin embargo, no todos le dan la misma importancia a la llegada de la heredera del trono de España. Por ejemplo, para la máxima autoridad del país norteamericano: Donald Trump. El presidente de los Estados Unidos no ha querido ir a recibir a Leonor, y también se ha negado a hacerle una recepción en Washington. Y el motivo tiene que ver con su mujer, Melania Trump.

Melania, primera dama y figura clave en esta polémica, no olvida un desencuentro con la reina Letizia. Todo se remonta al funeral del Papa Francisco en Roma, donde ambas coincidieron. Según varios expertos en comunicación no verbal y fuentes cercanas, la actitud de Letizia durante aquel encuentro fue percibida como altiva y distante.

Felipe VI y Letizia en el funeral del papa Francisco
Felipe VI y Letizia en el funeral del papa Francisco

Los Trump no quieren saber nada de los borbones

Melania fue quien dio el primer paso para acercarse a la reina. Le ofreció un saludo con una sonrisa amable, gesto que no fue correspondido con la misma calidez. Según José Luis Martín Ovejero, experto en lenguaje corporal, Letizia mostró señales claras de querer evitar el contacto.

El análisis fue más allá: mientras que a Trump le ofreció la derecha, a su esposa le ofreció la contraria. En este sentido, hay quien asegura que la reina le dio la mano izquierda a Melania, lo que en protocolo internacional puede interpretarse como un gesto de dominación.“Fue un saludo fugaz y descortés”, afirma la comunicadora Maica Vasco, quien añade que Melania “se quedó con la palabra en la boca, visiblemente molesta”.