Finalizados sus estudios de bachillerato internacional en el UWC College de Gales, la infanta Sofía se enfrenta ahora a una etapa crucial en su vida. La joven debe decidir qué camino quiere seguir. Y aunque todavía tiene algunas dudas, ha tomado una decisión firme: no quiere volver a vivir en Zarzuela. Y mucho menos compartir el día a día con su madre, la reina Letizia.
Como anteriormente la princesa Leonor, durante sus dos años en Gales, la infanta disfrutó de una libertad que no había experimentado hasta entonces. En un entorno internacional, alejado de la disciplina férrea que rige en la residencia real, pudo hacer y deshacer como quiso. Estableció relaciones fuera del control familiar. Fue allí donde Sofía descubrió el valor de la independencia y la tranquilidad de no estar bajo constante vigilancia.
La infanta Sofía quiere seguir su propio camino
A su regreso a España, y con 18 años recién cumplidos, se le han ofrecido dos rutas claras. La primera pasaba por seguir la formación militar como su hermana Leonor. Es la opción que más gustaba a Felipe VI. La segunda, comenzar estudios universitarios en Madrid. Este es el camino que prefería Letizia. Sin embargo, ambas opciones fueron rechazadas por segunda en la línea de sucesión de la corona. Ni quiere vestirse de uniforme. Y tampoco instalarse en una ciudad donde tendría que vivir bajo el mismo techo que su madre.
Con Letizia, el ambiente restrictivo que se vive en el Pabellón del Príncipe, la zona residencial de los reyes en el Palacio de la Zarzuela, es agobiante. La consorte es conocida por su obsesión con los hábitos saludables, la alimentación controlada y las rutinas estrictas. Desde los horarios hasta los menús, todo está pautado. Les limitaba incluso las horas de televisión e internet cuando convivían. Y Sofía, que ya ha probado la independencia, no soporta más ese nivel de exigencia doméstica.
No quiere volver a vivir bajo el control de la reina Letizia
La reina Letizia, perfeccionista y controladora, no ve con buenos ojos esta rebeldía. Sin embargo, el rey Felipe VI, más comprensivo, parece entender mejor a su hija menor. Él mismo sufrió en su juventud el peso de un destino impuesto.
Así las cosas, los deseos de Sofía pasan por irse a estudiar al extranjero. Estados Unidos es el destino favorito. Universidades como Columbia, Georgetown o alguna institución privada de alto prestigio están entre las opciones. Si se confirma, pasaría al menos cuatro años lejos de España, lo que significaría su ausencia total de la agenda pública. Y al volver tendría edad suficiente para establecerse por su cuenta. No perdería su estatus ni sus deberes, pero sí se mantendría alejada de la cárcel que representa su madre en Zarzuela.