En 2014 Felipe VI se proclamó rey de España con la abdicación de Juan Carlos I y con un gran frente por delante. El marido de Letizia tenía la obligación de recuperar la confianza de la ciudadanía en la corona. Con las fechorías del emérito y el caso Nóos que terminó con Iñaki Urdangarin en la cárcel y la infanta Cristina juzgada, la institución pendía de un hilo. Al no desaparecer del foco mediático y aparecer más información oscura, Felipe VI se atrevió a exiliar a su padre a los Emiratos Árabes, un exilio que dura ya cinco años. Además, unos meses antes anunció públicamente en un acto de transparencia, que renunciaba a toda la herencia de Juan Carlos I, recayendo ésta en las infantas Elena y Cristina, pero en alguien más, la reina Sofía.

Juan Carlos I siempre ha agradecido toda su labor a la institución a la reina Sofía, y haberse mantenido a su lado y al de su familia a pesar de todas las humillaciones públicas a las que la ha sometido. Por este motivo quiso que ella también se llevase una parte de esa herencia, así que su multimillonario patrimonio de unos dos mil millones de euros deberá repartirse entre tres como mínimo, porque también figuraría Marta Gayà. El caso es que Felipe VI ha renunciado a la herencia de su padre sabiendo que heredará esa parte por la reina Sofía, de quien no ha renunciado a la herencia, ya que la imagen de la emérita es intachable.
Felipe VI heredará de su padre a través de la reina Sofía
Felipe VI renunció a cualquier herencia que le pueda corresponder de su padre. Además, el monarca también prescindirá de "cualquier activo, inversión o estructura financiera cuyo origen, características o finalidad puedan no estar en consonancia con la legalidad o con los criterios de rectitud e integridad que rigen su actividad institucional y privada y que deben informar la actividad de la Corona”.
La Casa Real española justifica su decisión con una referencia al discurso de proclamación de Felipe VI, el 19 de junio de 2014, en el que señaló que "la Corona debe velar por la dignidad de la Institución, preservar su prestigio y observar una conducta íntegra, honesta y transparente, como corresponde a su función institucional y a su responsabilidad social. Porque, sólo de esa manera, se hará acreedora de la autoridad moral necesaria para el ejercicio de sus funciones”.
Otra persona que no ha renunciado a la herencia de Juan Carlos I es Leonor. No solo Felipe VI heredaría el dinero del emérito mediante la reina Sofía, sino que la princesa también lo haría a través de su padre.
