La infanta Elena se ha convertido en el apoyo más importante de Juan Carlos I desde que está en el exilio. Durante estos 5 años le ha visitado en un total de 60 ocasiones, sin contar todas las veces que le acompaña en sus visitas a Sanxenxo. Se dijo que fue ella quien le asesoró para demandar a Miguel Ángel Revilla por vulnerar su honor por el gran altavoz que representa el político y de esta forma evitar que otros dañen su imagen, y también sería quien le está ayudando a buscar una nueva casa en Portugal. Parece que con la situación actual entre Irán, Israel y EEUU, Felipe VI ha aceptado que su padre se mude más cerca de España. Se habla de Portugal, donde estaría a tan solo unos minutos de la frontera en coche y a una hora de avión hasta Madrid.

Juan Carlos I cumplió a principios de año los 87 y su salud es muy delicada. Sus hijos están muy preocupados por los problemas de movilidad a los que hace frente desde hace más de una década. Ha sido operado en más de una decena de ocasiones de las rodillas y la cadera, pero sin mucho éxito. También se ha sometido a revolucionarios tratamientos basados en la medicina regenerativa con células madre, pero ni tan siquiera ha funcionado. Se apoya en su bastón y en su personal de seguridad, pero realmente debería hacer uso de una silla de ruedas. No quiere que le vean como una persona dependiente.
Juan Carlos I dejaría todo por Corinna Larsen
La infanta Elena está muy preocupada por él, pero no solo por su delicada salud y su avanzada edad, también por el mal sin cura que sufre desde hace décadas, las mujeres, y concretamente de Corinna Larsen, una mujer de la que parece no olvidarse.
Corinna Larsen le ha atacado en numerosas ocasiones, incluso estuvieron en juicio. Juan Carlos I volvió a demandarla hace unos meses para que ésta le hiciese caso, pero no surtió efecto y retiró la demanda, no quería nuevos problemas. La alemana sabe demasiadas cosas y no tardaría en atacarle de nuevo. Bastante mal le ha funcionado la argucia de demandar a Miguel Ángel Revilla.
Pilar Eyre está convencida de que si Corinna Larsen le dijese al emérito de volver a estar juntos se iría con ella sin pensárselo dos veces. Ha sido el gran amor de su vida con el que ha humillado a la reina Sofía, pero con ella ha podido comprobar el sufrimiento de la emérita. “Su corazón es de Corinna”, dice la periodista.
