Iñaki Urdangarin y Ainhoa Armentia han demostrado a todos que su relación iba en serio. El amor entre ellos surgió a raíz de dos matrimonios fracasados. Se conocieron en el bufete de abogados donde ella trabajaba, él hizo trabajos de reinserción tras salir de prisión. El exjugador de balonmano ya tenía planeado separarse de la infanta Cristina. De hecho, era su venganza de los Borbón. La vitoriana estaba en trámites de divorcio con el padre de sus dos hijos.

Iñaki Urdangarin y Ainhoa Armentia / 'Socialité'

En enero de 2021 saltó a la prensa la noticia de una supuesta infidelidad de Iñaki Urdangarin a la infanta Cristina, ya que unas fotografías destaparon un paseo del exjugador de balonmano con una mujer de melena rubia que un principio se creía que era la madre de sus hijos, pero poco tardó en descubrirse la verdadera identidad. Dieron un paseo por la playa de Biarritz, donde Iñaki y Cristina tienen un apartamento y han veraneado muchos años con sus hijos.

La infanta Cristina siempre pensó que esta relación sería un capricho pasajero del padre de sus hijos, pero ha demostrado que está muy enamorado. De hecho llevan cuatro años de feliz relación. La pareja ya vive en el mismo piso en la lujosa urbanización de Ciudad Jardín, en Vitoria, y convive en ocasiones con los dos hijos adolescentes de Ainhoa. Generalmente, la abogada se marcha de la vivienda cuando tiene que quedarse con sus hijos.

Discusión entre Iñaki y Ainhoa en plena calle acaba mal 

Iñaki Urdangarin quiere dar más pasos en la relación, pero Ainhoa Armentia todavía no. El exjugador de balonmano está muy enamorado, mucho más que ella, incluso habría hecho alguna que otra locura, ya que muchos de sus movimientos han sido para garantizar un futuro a la abogada, que ha dejado su trabajo. El exduque de Palma quiere casarse con ella, incluso querría formar una familia con otro hijo, pero debido a la edad de ambos sería algo casi imposible.

El pasado fin de semana salieron a Girona, estas escapadas de fin de semana son muy normales en la pareja, y se les vio de nuevo enzarzados en una discusión. Gritaban muy alto pero los testigos no saben exactamente por qué discutían, estaban dando una vuelta tan tranquilos aunque iban hablando alto, hasta que de pronto subió la temperatura. Es cierto volvieron a Vitoria de forma muy apresurada y se cree que el motivo sería esta discusión.

Iñaki Urdangarin y Ainhoa Armentia / GTRES