Iñaki Urdangarin no tiene ni un euro. Eso es lo sostienen cronistas reales de la categoría de Pilar Eyre. Nunca osaríamos poner en duda sus informaciones, porque ha demostrado en múltiples ocasiones que sus fuentes son de confianza y no disparan al aire. Pero con los asuntos de la Casa Real y de sus satélites nunca se sabe. Nos han tomado el pelo tantas veces.... La pregunta que se hace mucha gente es qué pasó con los millones del Caso Nóos, nunca han aparecido del todo. Y de momento así será. Iñaki, en pleno proceso de divorcio de la infanta Cristina, vive de su ex. La Borbón le pasa 5.000€ al mes, es la compensación que habría pactado el futuro ex matrimonio. Bien, esto tampoco sería "no tener ni un euro". Ya lo querríamos muchos. Parece ser que estos ingresos los estaría utilizando para pagar su nuevo nido de amor con Ainhoa Armentia en una zona bien de Vitoria-Gasteiz. Es el gran lujo que se está permitiendo en su nueva relación. Poca cosa más, como ha demostrado esta semana celebrando el cumpleaños de su amada.
Ainhoa ha soplado 44 velas y la pareja se ha permitido un capricho. Mejor dicho: suponemos que el ex duque 'empalmado' ha sacado la cartera para hacerla feliz en una fecha tan señalada. No crean que ha sido un dispendio excesivo, ni mucho menos. Una noche de hotel, una cena y una salida a practicar el deporte favorito de los gasteiztarras, ir de 'pintxo-pote': vinos y platillos por los bares del centro de la ciudad. Si hacemos caso de las informaciones en torno a la pareja y a la hija de Juan Carlos I, podemos asegurar que el regalo lo paga Cristina. Quizás por eso la modestia. Calculen unos 150 euros en total, lejos del sueldo galáctico de la infanta y de la mensualidad que le pasa a Iñaki. No ha roto la banca, seguramente para no llamar la atención. Ya saben que la hermana de Felipe VI, actualmente en la India, mira de reojo todo el que hace su ex con su novia, a quien habría impuesto una cláusula para acceder a firmar el divorcio: que Ainhoa no se acerque a sus hijos.
Iñaki y Ainhoa celebran el cumpleaños en un Parador muy cerca de Vitoria-Gasteiz
La elección del hotel ha sido un clásico local: el Parador de Argómaniz, a escasos 10 kilómetros de la capital de Euskadi. Un lugar muy solicitado para bodas y celebraciones diversas en un entorno bonito, agradable, pero sin pompa ni excesivo resplandor. Eso sí, al ser una localización alejada del centro, se ahorraban miradas indiscretas. Pero Vitoria es una ciudad pequeña, todo el mundo se conoce, las paredes hablan. Saben qué hace y que deja de hacer Iñaki. Y además, el desembarco de periodistas y reporteros de crónica rosa ha hecho todavía más pequeño su círculo. Los siguen allí donde van. Iñaki y sus escoltas son conscientes de que atraen toda la atención. De hecho están agobiados, como ha demostrado uno de sus guardaespaldas, que se ha enfrentado a una informadora de 'El programa de Ana Rosa' de Telecinco.
El escolta de Urdangarin intimidó a nuestra reportera: "Se puso delante, me empujó y me pidió la documentación" #AR24 https://t.co/oBlimcTavI
— El programa de Ana Rosa (@elprogramadear) November 24, 2022
Esta es la modesta habitación de 80 euros en la que la pareja pasó la noche
El mencionado parador es un palacio renacentista bastante austero, muy cerca del embalse de Ullibarri-Gamboa. Un edificio con más de 400 años de historia, sobrio, elegante, pero sin estridencias. El restaurante es muy conocido, y allí parece ser que la pareja disfrutó de una cena de enamorados con productos clásicos de la gastronomía local y vasca en general. Después del festín llegó la hora de dormir, bien juntitos, en una de sus habitaciones. Que nadie espere estancias de diseño ni artificios, hablamos de alojamientos cómodos pero sencillos. Vaya, que si Iñaki todavía formara parte de los Borbones no pernoctaría allí. Pero como ahora vuelve a ser mortal, recupera las costumbres de la plebe. Por ejemplo: pagar 80 euros por un aposento con cama de matrimonio y dejarse llevar. Esta es la habitación tipo donde la pareja ha celebrado su amor y el aniversario de su churri.
Del falso palacete de Pedralbes de 6 millones de euros en esto. El viaje de Iñaki, en dirección contraria. Eso sí, seguro que ahora es mucho más feliz.