Todas las informaciones que giran en torno a Irene Urdangarin están tejidas con una trama de falsedades. Se había trazado un plan para que esta joven emprendiera sus estudios en la prestigiosa y opulenta Universidad de Lausana, situada en Ginebra, la cual ostenta un reconocimiento mundial. Su intención era sumergirse en el ámbito de la Administración y Dirección Hotelera; sin embargo, sus aspiraciones se vieron abruptamente truncadas al no superar las rigurosas pruebas de admisión. Dicho centro educativo dispone de escasas vacantes y busca únicamente a los estudiantes más destacados para mantener su alto estándar académico. Se llevan a cabo evaluaciones para los aspirantes, además de exigir dos semanas de prácticas en el campo de estudio seleccionado. La hija de Cristina e Iñaki completó sus prácticas en un hotel en Ginebra, donde el Rey Juan Carlos es bien conocido. No obstante, no logró superar las pruebas, y su inscripción fue facilitada por la infanta al abonar la tarifa obligatoria de 500 euros.

Irene, Johana i Iñaki al Palau Instagram Hola
Irene, Johana i Iñaki al Palau Instagram Hola

A pesar de que la infanta Cristina ha desmentido tales alegatos, resulta sorprendente que este año, precisamente, Irene haya optado por tomarse un año sabático para reflexionar sobre su futuro. Esta decisión se percibe como una forma de mantenerse ocupada y justificar que su desempeño académico no es tan sobresaliente como se ha afirmado previamente. Antiguos compañeros de clase, durante su educación secundaria internacional, afirman que sus dos últimos años fueron especialmente difíciles y que carecía de concentración. Este bajo rendimiento se atribuye a la situación tumultuosa de sus padres, quienes habían anunciado su divorcio.

Irene Urdangarin es la única descendiente de la infanta que ha compartido residencia con ella durante estos años tan convulsos. Ha sido testigo del sufrimiento y las lágrimas de su madre debido a esta separación. Además, al descubrir la razón detrás de la ruptura, se sintió profundamente desilusionada con su padre. Nunca habría imaginado que él pudiera engañarla con otra mujer. Esa persona ya no era el padre que conocía.

Iñaki Urdangarin nunca se ha preocupado de sus hijos 

A partir de entonces, la relación entre Irene e Iñaki ha sido prácticamente inexistente. Durante los últimos dos años, padre e hija apenas se han cruzado y han evitado cualquier tipo de interacción. Aunque el exjugador de balonmano ha intentado reparar esta brecha, la hija más joven de la familia se muestra inflexible, sintiéndose totalmente decepcionada.

Iñaki e Irene  Urdangarin en Ginebra EP
Iñaki e Irene Urdangarin en Ginebra EP

La infanta Cristina ha estado presente en todos los momentos importantes de la vida de Irene, incluyendo su viaje a Camboya. Sin embargo, la joven ha prohibido la presencia de Iñaki Urdangarin. No desea tener ningún tipo de relación con su padre; esa conexión está completamente rota. Por fin, a miles de kilómetros de distancia, puede dejarlo atrás.

Entre Irene e Iñaki no hay muy buena relación. El exduque siempre se ha despreocupado de los estudios de sus hijos y de sus problemas. Es la infanta Cristina quien siempre ha estado encima. Mientras a la hija de Juan Carlos le preocupa el futuro de su hija pequeña, su exmarido cree que no es importante, es muy joven y puede cambiar de ideas tranquilamente.