Hace tiempo que el príncipe Harry decidió desvincularse por completo de la Casa Real británica. Aunque cerró las heridas en el funeral de su abuela, la reina Isabel II. El joven se ha centrado en sus negocios y en su familia junto a Meghan Markle. Además, siempre ha visto muchas diferencias con su hermano, el príncipe Guillermo y futuro heredero. También con el trato a Kate Middleton y su mujer. Por todas estas razones, su animadversión hacia Camilla Parker Bowles y sus celos a Kate Midlleton, ahora vive alejado de las polémicas. Como la que ha rodeado en los últimos años a la familia por culpa del príncipe Andrés, ahora simplemente Andrés desde que se ha optado por retirarle todos los títulos y honores.

Harry está convencido de que Camilla Parker Bowles y Kate Middleton han estado detrás de esta decisión de Carlos III, ya que su padre habría sido incapaz de tomar esta decisión con su propio hermano.
En el Reino Unido ya lo llaman la guerra de los Windsor. La decisión final ha salido del propio monarca, aunque no ha sido una medida improvisada ni individual. Detrás de esta resolución hay consenso familiar y, según fuentes cercanas a Palacio, una clara influencia de la reina Camilla y de la princesa de Gales, Kate Middleton.
Con la muerte de Isabel II, el príncipe Andrés perdió a su gran protectora. Su madre siempre fue su principal defensora dentro de la familia real. Sin embargo, Carlos III ha querido marcar distancia desde su ascenso al trono y ha puesto punto final a cualquier intento de rehabilitación pública de su hermano. El duque de York —o simplemente Andrés, a partir de ahora— inicia una nueva etapa alejado de la Casa Real, sin títulos, sin honores y sin el respaldo institucional que durante décadas lo sostuvo.
El prínicipe Andrés podría exiliarse en Abu Dabi
El pasado jueves, Buckingham Palace hizo pública una decisión histórica. En el comunicado se informaba que “Su Majestad ha iniciado un proceso formal para retirar el tratamiento, los títulos y los honores del príncipe Andrés”, señalando que de ahora en adelante sería conocido únicamente como Andrew Mountbatten-Windsor. El texto también incluía otro golpe simbólico: perderá el contrato de arrendamiento del Royal Lodge, su residencia oficial, y deberá trasladarse a otro inmueble, se habla de un exilio a Abu Dabi.
Por primera vez, la Casa Real británica se ha pronunciado con un tono tan claro y contundente sobre este asunto. “Sus Majestades desean dejar constancia de su solidaridad con las víctimas y supervivientes de cualquier forma de abuso”, recoge uno de los párrafos más comentados del documento. Una declaración inusual, directa y sin rodeos, que marca un antes y un después en la forma en que la monarquía afronta los escándalos.
Medios especializados en la realeza británica han señalado que el comunicado tiene un “toque femenino” en su redacción. Muchos apuntan a la reina Camila y a la princesa Kate como las principales impulsoras del texto. También el príncipe Guillermo habría apoyado firmemente la medida. “Camilla y Catherine insistieron, y Guillermo no quería heredar ese problema”, filtró una fuente cercana a Palacio.
