La tensión dentro de la familia real es más evidente que nunca. Letizia la ha liado, y el desprecio que hizo públicamente a la reina Sofía no se olvidará muy fácilmente. De poco han servido las imágenes de la familia unida en las puertas del hospital, con la Reina abriendo la puerta a la suegra y Leonor y Sofía cogiendo la mano a la yaya como si nada hubiera pasado.

Las críticas no cesan y nadie habla todavía de otra cosa. Esto estaría poniendo nervioso a Froilán, quien ha protagonizado una escena que también pasará a la posteridad. El domingo salía del hospital de visitar a su abuelo cuando tuvo un incidente en el AVE con un dirigente del Partido Comunista Andaluz.

El comunista bromeaba con unos amigos sobre la pelea de reinas y Froilán les insultó: "Qué asco, hijos de p...", habría dicho. Así lo explicó el propio afectado en un hilo de  Twitter: "Todo era en tono provocador y chulesco".

Pues bien, ahora todo se complica más. Una de las concejalas que le acompañaban era Remedios Ramos, del grupo político Málaga para la gente. Y no ha tenido problema en relatar a Look cómo sucedió todo: "Estábamos comentando algunos de los memes graciosos que nos han llegado a todos al móvil. No fuimos más allá hablando de monarquía ni mucho menos, aunque evidentemente somos republicanos. Inmediatamente me di cuenta de que un chico con una gorra, que estaba comiendo un bocadillo, no paraba de decir "hijos de p...". Y yo me pregunté si nos lo estaba diciendo a nosotros. Me di cuenta de que era Froilán, pasó por mi lado y dijo "qué asco"".

Una tensa situación que prosiguó de la peor manera: "Yo le pregunté qué le daba asco, me levantó la mano y haciendo un gesto muy Borbón repitió que le dábamos asco y que nosotros sabíamos bien por qué lo decía".

froilan escor4ta GTRES

GTRES

"Él seguía atacándonos verbalmente. Se quedó en su sitio y no paró de insultar hablando por el móvil. Nos dijo flojos, ya ves tú... que nos lo diga Froilán". Asegura que en ningún momento le provocaron ni le insultaron, quedando el Borbón en evidencia. Más polémica, pues, para la Casa Real.