Parecía una aventura demasiado larga para Leonor. De hecho, está muy satisfecha pero también tiene muchas ganas de volver a casa. Es una de las experiencias más enriquecedoras pero también la más dura y larga de las formaciones militares. La travesía a bordo del buque escuela Juan Sebastián Elcano forma parte de la formación con la Armada. Este es el segundo año de la princesa, tan solo el queda uno más, con el ejército de aire, en Murcia, para conseguir las máximas condecoraciones de todos los ejércitos.

Eran seis meses de travesía, la primera parte la más dura de todas, por la distancia entre España y San Salvador de Bahía, 21 días navegando sin poner un pie en tierra con condiciones climatológicas adversas. Pero ahora las distancias son más cortas y rápidas. Este mismo lunes 19 de mayo, la princesa acaba de llegar a Santo Domingo, República Dominicana. La penúltima parada de su aventura. Ya solo le quedará Nueva York, la primera semana de junio. Una vez finalizado este viaje volverá a España donde pasará unos días en Gijón, Ferrol y terminará en Marín, donde empezó todo.
Esta aventura ha tenido muchas luces y sombras a lo largo de estos casi cinco meses de navegación. Ha hecho grandes amigos, como una posible pareja, se ha enfrentado a la presión mediática por primera vez, incluso ha hecho algunos enemigos. Felipe VI y Letizia avisaron de que no querían que se hiciese ninguna diferenciación con su hija respecto al resto, por mucha princesa que fuese. Es la única forma de aprender. Sin embargo, parece que los comandantes se han tomado algunas licencias. Así lo han comunicado los compañeros de Leonor en Elcano a sus familias.
Leonor no realiza todas las maniobras ni limpia
Leonor no cumple con todas maniobras que se les piden, ella no está en la mejor condición física para estas actividades, así que como su nota tampoco es determinante para recibir la máxima condecoración, hay veces que ni tan siquiera realiza las actividades. Pero parece que cuando las cámaras no están grabando, tampoco quiere hacer las tareas de limpieza asignadas. Se las pasa a otro compañero porque ella es la princesa de Asturias, futura reina de España, y no piensa meter una mano en un lavabo, y menos en uno por el que pasan más de 75 personas.
La princesa llega a un acuerdo con varios compañeros para que realicen las tareas del hogar en el barco.
