La Casa Real vuelve a estar en el foco mediático. El detonante han sido una serie de informaciones que han puesto en duda la discreción institucional que se le presupone. Según diversas fuentes próximas a las investigaciones, miembros del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) habrían acudido recientemente al Palacio de la Zarzuela para solicitar explicaciones directamente a la reina Letizia. El motivo: unas grabaciones confidenciales que la vincularían con supuestas conversaciones privadas mantenidas con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en las que se habla de inversiones financieras en República Dominicana.
Estas conversaciones habrían llegado, en primer lugar, a manos de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil. El contenido, calificado como “sensible”, habría sido transmitido con carácter de urgencia al CNI, que decidió actuar con rapidez y discreción para esclarecer su naturaleza antes de que el asunto fuese a más.

La reina Letizia echó a miembros del CNI cuando fueron a interrogarla a la Zarzuela
La visita de los agentes al entorno de Zarzuela, sin embargo, no habría sido bien recibida. El periodista Javier Castillón asegura que la reina reaccionó con hostilidad, negándose a responder preguntas y ordenando a los agentes que abandonaran las instalaciones “a gritos y de malos modos”. Este incidente, lejos de calmar el ambiente, ha generado aún más sospechas sobre el alcance real de la relación entre Letizia y Sánchez.
Castillón, en su canal de YouTube, ha revelado que las grabaciones apuntan a una relación de confianza atípica entre la consorte y el presidente. Según el comunicador, Letizia habría recurrido a Sánchez para pedirle “asesoramiento sobre cómo mover fondos fuera de España”, siendo República Dominicana el destino planteado para dicha operación.

Deslizan que la filtración la pudo hacer el propio Pedro Sánchez
Por ahora, ninguna acusación formal ni indicios de delito. Sin embargo, la existencia de estas conversaciones ya está generando un terremoto en las altas esferas y en medios de comunicación. La pregunta que muchos se hacen, incluido Castillón, es: ¿por qué acudir al presidente del Gobierno para temas financieros, teniendo a disposición asesores especializados en la propia Casa Real?
Pero Javier no se queda en esta duda. El periodista plantea una hipótesis aún más inquietante: que la filtración hubiese partido del propio entorno de Pedro Sánchez. Esta posibilidad respondería a una estrategia más amplia para desgastar a la monarquía, una institución que ha sido objeto de críticas por parte de algunos socios de Gobierno del PSOE. La idea de debilitar la figura del rey a través de su entorno más próximo, señalan, no sería nueva.
Hasta el momento, ni Moncloa ni Zarzuela han emitido declaraciones oficiales. Pero el silencio, en este caso, no calma las aguas. Al contrario: aumenta las sospechas.