La reina Sofía está viviendo uno de sus peores momentos. Siempre ha sido una mujer muy sufrida porque su vida no ha sido sencilla. La reina Federica la obligó a casarse con un hombre que no amaba, pero ella hizo todo lo posible por amarle y formar una familia. Sabía cuál era su deber, a diferencia de Juan Carlos I, que la engañó una y otra vez con otras mujeres, unas infidelidades que salieron a la luz y humillaron a la hermana de Irene de Grecia. La madre de Felipe VI siempre ha mantenido la compostura, se ha mantenido fiel a la corona porque ese era su deber. Nunca ha querido perjudicar a nadie, ni a su marido ni a sus tres hijos.

La reina Sofía recogiendo plásticos del parque
La reina Sofía recogiendo plásticos del parque

Otra de las grandes virtudes de la reina Sofía es su preocupación hacia los demás, más que a sí misma. Los problemas de sus familiares, sean hijos, hermanos, padres, tíos o sobrinos, siempre le han preocupado, ha ayudado todo lo que ha podido para ponerles solución, pero a veces se han escapado de sus manos. Por ejemplo, ahora mismo está centrada en su hermana Irene.

La muerte de Constantino y la enfermedad de Irene han acabado con la reina Sofía 

Hace tres veranos se confirmó que Irene de Grecia padecía Alzheimer, la enfermedad del olvido. Casa Real no emitió ningún comunicado, pero cuando se hizo pública la noticia tampoco la desmintió y apareció con la octogenaria en una fotografía familiar en Palma de Mallorca. En aquel momento aún estaba bastante bien, pero en cuestión de dos años ha empeorado considerablemente hasta el punto de no reconocer a nadie ni tan siquiera aguantarse de pie. Ha olvidado muchas de las funciones básicas y ya ni tan siquiera sale de la cama. Tiene a los mejores médicos a su servicio y personal sanitario las 24 horas del día. No le falta de nada. También la compañía de la reina Sofía, que aunque Felipe VI no quiere que se torture de esa forma, siempre está pendiente de ella.

En poco tiempo, la reina Sofía se quedó sin sus dos hermanos. Constantino de Grecia falleció a causa de un derrame cerebral, ese mismo año, uno de sus grandes apoyos, pasaba largas temporadas en Reino Unido con él y su familia. Poco después enfermó su compañera de viaje, máximo apoyo y hermana, Irene de Grecia, con la que ha convivido más de cinco décadas en Zarzuela.

Según Pilar Eyre, sus hijos están intentado distraer a la reina Sofía para que no piense en ello y sonría con planes familiares. Saben que lo está pasando muy mal. Está siendo su peor momento y justo a una edad avanzada. Ni sale de casa ni quiere recibir visitas, se encierra en su habitación y llora desconsoladamente. Apenas come ni duerme. La preocupación es máxima.

Reina Sofía
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