'El Nano' no fue el único protagonista del Gran Premio de Mónaco de ayer de Formula 1. Fernando Alonso brilló en la carrera y consiguió un meritorio 2º puesto, aunque muy lejos del ganador, Max Verstappen. El campeón holandés sigue on fire y no perdona. En el podio, Max, 'El Nano' y Esteban Ocón, eso sí, se convirtieron en carne de EN Blau, ya que coincidieron con unos de las royals de los que más se habla. Ellos no son otros que los príncipes del microestado, Alberto II de Mónaco y Charlène Lynette Wittstock -este es el nombre real de Charlène-, que impactaron con una bomba informativa.

Charlène Monaco EFE
Charlène Mónaco EFE

Bueno, básicamente impactó Charlène. No solo por su precioso vestido, que ya comentaremos, sino por compartir aire con una persona a la que no le tiene nada de aprecio. Estamos hablando de Nicole Coste. Y se preguntarán... ¿quién es ella? Pues bien, Nicole es la ex del príncipe Alberto. Natural de Togo (un país africano con capital en Lomé), Coste había hecho acto de presencia en varios actos oficiales del Principado, pero nunca había coincidido en ninguno de ellos con Charlène. Ayer fue la primera vez, aunque las cámaras de la F1 y de la prensa rosa monegasca no pudieron captar la imagen que todos estábamos esperando, la de un cara a cara entre la actual esposa y la ex de Alberto.

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

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Caminando tranquilamente por los boxes, Coste no ofreció a las cámaras la esperada instantánea, decidiendo no acercarse a la zona en la que se encontraba Charlène, primeramente en el palco y luego en el podio en la entrega de premios. Y es que si precisamente era tan buscada esta toma no era por puro morbo, sino por un morbo justificado. Pues Nicole Coste ha hablado mal en más de una ocasión de Charlène, tratándola con desprecio y largando mentiras y suposiciones sin sentido alguno. Lo hizo en una entrevista a una revista rosa en la que presentó a su hijo Alexander cuando cumplía 18 años y en la que aprovechaba para dejar a la princesa monegasca de vuelta y media, acusándola de haber instalado a su hijo en el ala de empleados del Palacio Grimaldi durante la ausencia del príncipe. Todo, para más mala leche aún, coincidiendo con la estancia de la de Rodesia en Sudáfrica debido a su enfermedad en 2021. Ridículo... menos mal que no se encontraron ayer.

Alexander, hijo de Alexander, a la derecha
Alexander, hijo de Alberto, a la derecha

Alberto, trato cordial

Alberto II de Mónaco es un tío pragmático y prefiere no meterse en berenjenales ni en líos raros con su ex mujer. Las declaraciones que hizo la togolesa sobre Charlène le sentaron muy mal ("Fue inapropiado, me enfurecí al enterarme de eso”, llegó a decir Alberto como réplica ante los medios), pero no cambiaron la manera de tratar con ella, con la cual tiene dos hijos en común que, recientemente, ha visitado en los Estados Unidos de América. Alberto prefiere seguir manteniendo el estatus, no entrar en líos y seguir siendo un príncipe que vive a todo lujo. ¿Para qué 'salvamizar' la vida de la realeza? Ya lo hacen otr@s...