Hace tan solo unos días, la Familia Real de Mónaco se reunió en el Monte-Carlo Country Club para disfrutar del torneo de tenis Master 1000 de Montecarlo. El príncipe Alberto de Mónaco asistió a este evento deportivo en compañía de su esposa Charlene y de sus mellizos, Jacques y Gabriella. Sin embargo, la actitud fría y distante de la sudafricana ha llamado la atención de los medios, así que sus sonrisas forzadas y su apatía ante la presencia de su marido podría confirmar la profunda crisis de su matrimonio y la teoría de que han llegado a un acuerdo económico para mantener las apariencias de familia feliz frente al pueblo monegasco.

A su llegada al evento, el heredero al trono y su hermana gemela se robaron todas las miradas con su alegría y entusiasmo, mientras que la ex nadadora olímpica caminaba detrás de ellos con un impoluto traje en color blanco que contrastaba a la perfección con el rojo intenso de sus labios. A pesar de que los pequeños se mostraban realmente cariñosos con ella, Charlene parecía no querer estar allí, dado que no mostró ninguna emoción en el torneo y solo se limitó a mantener una actitud seria durante toda la competición.

Por otra parte, el príncipe Alberto se tomaba el tiempo de hablar con sus dos hijos durante el partido, mostrándose cercano y cómplice con ellos, pero no pudo hacer lo mismo con su esposa, quien puso entre ellos un muro de indiferencia impenetrable. Aunque Alberto intentaba acercarse a ella para mantener una conversación, en las imágenes captadas se evidencia que ella apenas le respondía y cuando lo hacía, su sonrisa parecía forzada, generando una gran tensión e incomodidad entre la pareja.

La actitud de Charlene de Mónaco ha avivado los rumores de una supuesta crisis en su matrimonio con Alberto, especulaciones que ya habían sido alimentadas por la reiterada ausencia de la princesa en el Baile de la Rosa, el evento más icónico del Principado y al que no asiste desde 2014. Y aunque el Palacio Grimaldi ha desmentido estos rumores en varias ocasiones, algunos medios franceses han asegurado que el matrimonio entre Charlene y Alberto solo se mantiene en pie gracias a un millonario acuerdo económico entre ellos.

Charlene de Mónaco firma un pacto con el príncipe Alberto para seguir siendo su esposa

Según la revista ‘Voici’, el soberano monegasco llegó a un acuerdo económico con su esposa, la princesa Charlene, para que ella permanezca a su lado y retome sus deberes oficiales como consorte de Mónaco. A cambio, la sudafricana recibirá un sueldo de 12 millones de euros al año y podrá disfrutar de una “vida independiente con presencia regularizada”. Sin embargo, Charlene no aceptó este convenio solo por el dinero, sino para no perder a sus dos hijos. Según las leyes de Mónaco, en caso de divorcio, la custodia de Jacques y Gabriella Grimaldi le pertenecería exclusivamente a Alberto, así que ella se vio en la obligación de aceptar este acuerdo para no perder a sus hijos.