La Casa Real tiembla cada vez que se reabren las historias más turbias vinculadas al rey emérito Juan Carlos I. Lo último: el renovado interés público por las memorias de Bárbara Rey, la conocida vedette que durante años guardó silencio sobre su relación íntima con el monarca. Aunque su romance fue durante décadas un secreto a voces, la falta de pruebas permitió a Zarzuela controlar la narrativa. Pero eso cambió cuando una revista extranjera publicó fotografías comprometedoras, en las que el rey aparecía junto a Bárbara en una actitud claramente personal.
Estas imágenes no solo confirmaron lo que muchos sospechaban, sino que supusieron un auténtico terremoto institucional. La situación se agravó con el anuncio del libro ‘Yo, Bárbara Rey’, en el que la artista promete revelar detalles inéditos sobre su relación con la Corona. En Zarzuela cunde el pánico, ya que temen que la publicación no solo dañe la figura del emérito, sino que también arrastre a otros miembros de la familia real.

Sandra Mozarowsky, amante de Juan Carlos I, murió en circunstancias sospechosas
Sin embargo, hay otro motivo que preocupa aún más a la institución: que esta publicación incite a que se hurgue en otros episodios turbulentos. Por ejemplo, el caso de Sandra Mozarowsky, una joven actriz fallecida en circunstancias nunca aclaradas en 1977, cuando tenía apenas 18 años y estaba embarazada de cinco meses.
Los temores en Casa Real apuntan a que los recuerdos y declaraciones de Bárbara Rey podrían reavivar el interés por esta tragedia silenciada, conectada supuestamente con una relación sentimental con Juan Carlos I.

Sospechan que la muerte de Sandra Mozarowsky fue algo más que un accidente
Sandra Mozarowsky, nacida en Tánger y estrella del cine de destape, murió tras caer desde el balcón de su apartamento en Madrid. Estuvo 22 días en coma antes de fallecer el 14 de septiembre. La versión oficial habló de un accidente mientras regaba las plantas, pero las dudas y teorías conspirativas nunca desaparecieron. No se practicó autopsia, lo que avivó las sospechas de encubrimiento.

Lucía Etxebarria, escritora e investigadora, ha afirmado públicamente que el romance entre Sandra y el rey fue real, y que la muerte de la actriz pudo haber sido más que un accidente. En esa misma línea, la periodista Maica Vasco, a través de su canal de YouTube, ha citado al autor Javier Bleda, quien asegura que los servicios secretos del emérito habrían contratado a una banda de delincuentes para acosar a la actriz y forzarla a abortar. Al no lograrlo, se habría producido un forcejeo que terminó con la joven cayendo desde su balcón.