Juan Carlos I ha preocupado a sus hijos en los últimos meses debido a sus problemas de salud. El emérito cumplió el pasado mes de enero 87 años, y lógicamente no es inmortal. Sabe perfectamente que su final está cada vez más cerca y está muy preocupado. Confiesa a sus seres más cercanos que tiene mucho miedo a la muerte, es algo que no puede controlar ni tampoco puede comprar. A pesar de ser una persona todopoderosa, en este caso es igual que el resto de los mortales.

El marido de la reina Sofía ha tenido una vida muy buena a lo largo de los años. No se ha privado de nada. Tal vez por este motivo ahora ha tenido algunos sustos respecto a su salud. Hace más de una década que se enfrenta a serios problemas de movilidad. Juan Carlos I ha sido operado en más de una decena de ocasiones de la cadera y las rodillas, sin mucho éxito. No se ha recuperado del todo. Se ha sometido también a tratamientos en medicina regenerativa con los mejores médicos, pero ni eso ha surtido efecto. La artrosis que padece ha avanzado a pasos agigantados, y su pierna izquierda está totalmente inmóvil. Los médicos le han confirmado los peores presagios, se quedará para siempre en una silla de ruedas.
Juan Carlos I padece demencia senil por su avanzada edad
Sin embargo, no es este el principal problema que preocupa a sus hijos. Juan Carlos I ha presentado serios problemas de memoria. Podría tener demencia senil fruto a su avanzada edad. Ha tenido algunos descuidos y repeticiones de acciones, incluso se ha olvidado de algunos nombres muy familiares.
José Antonio Zarzajelos le diagnostica “demencia senil”. "El libro da algunas exclusivas como el mal estado de salud mental del rey Juan Carlos, ¿padece demencia senil? Prefiero hablar de leve incapacidad cognitiva. Padece lapsus de memoria, más mediata que inmediata, y tiene mala relación con la realidad. Le impide hacer autoevaluaciones de sus conductas. Juan Carlos no tiene la percepción que sus conductas, que llevan a su expatriación, eran inaceptables e inapropiadas, y ya se verá si con consecuencias penales. Él se victimiza y se sitúa en una burbuja. No termina de entender qué le pasa". Esto lo escribió en 2021, así que la enfermedad podría haber avanzado en el emérito y ahora ser mucho más grave.
Las infantas Elena y Cristina empiezan a hacer presión para que Felipe VI decida finalmente traer a Juan Carlos I de vuelta a España después de cinco años en el exilio. Debido a su avanzada edad creen que lo más conveniente sería que se quedase permanentemente en algún lugar de su país. Sería un escándalo si finalmente su cuerpo tuviese que ser repatriado a miles de kilómetros de distancia. Por lo menos piden al rey tenerle más cerca.
