Letizia tiene una encrucijada con los Borbón. La reina rompió todas las relaciones con ellos cuando estallaron las polémicas de Juan Carlos I y el caso Nóos, que implicó a Iñaki Urdangarin y que ella ya conocía. Sabía que finalmente caerían por su propio peso. A los entonces príncipes no les quedó más remedio que actuar en consecuencia. Aunque a Felipe VI le producía un gran dolor separarse de su familia, no le quedó más remedio. Primero era la corona y el futuro de Leonor, después la familia. Casa Real pasó a componerse por los actuales reyes, sus dos hijas, y la reina Sofía en calidad de emérita con algunas mínimas funciones institucionales. Quienes quedaron sin funciones institucionales y sin sueldo de los presupuestos generales del Estado fueron las infantas Elena y Cristina. No obstante, la madre de Froilán aún mantiene algún compromiso, como la entrega de premios de pintura a niños y jóvenes que se realiza esta semana.

La infanta Elena siempre ha tenido el deseo por la unidad familiar, pero Felipe VI no está dispuesto a que les vean públicamente a todos juntos. Bastante esfuerzo hizo al acudir a su 60 cumpleaños, algo que probablemente no sucederá con Cristina este viernes, y menos estando en casa Leonor y Sofía, no tendrían ninguna excusa para justificar su no asistencia al acto.

La infanta Elena no ha sido invitada al recibimiento de Leonor 

Leonor llegó el pasado fin de semana a Zarzuela con un avión privado de Casa Real. Abandonó el buque escuela Juan Sebastián Elcano. No tendrá que realizar las tres semanas de navegación hasta Gijón sin salir del barco, ya que ella viajará el próximo sábado a canarias para unirse a la fragata Blas de Lezo. Mientras tanto, la princesa está pasando tiempo con su familia a la que no ve desde hace cinco meses.

A la infanta Elena también le hubiese gustado pasar tiempo con Leonor. Sin embargo, Letizia no ha querido que nadie vea a su hija, ni tan siquiera la reina Sofía, ni para darle un abrazo y preguntarle como va todo. La princesa solo ha sido recibida por sus padres, su hermana y su abuela materna, Paloma Rocasolano, que viajó desde Murcia para pasar con ella estos días. La reina se ha despejado su agenda de compromisos institucionales y se han ido de vacaciones mientras el rey se quedó en Zarzuela trabajando.