La de este lunes 4 de agosto de 2025 fue una de las recepciones en Marivent más especiales de los últimos años. Fue la primera vez de la princesa Leonor y la infanta Sofía. Mientras que hasta la fecha eran los reyes Felipe VI, Letizia y la reina emérita Sofía quienes daban la bienvenida a los invitados, este verano se sumaron estas dos figuras destacadas. Las más jóvenes de la familia centraron las miradas de los más de 600 invitadosy los medios de comunicación nacionales e internacionales.
A las 21 horas hicieron acto de presencia junto a sus padres y su abuela, la reina emérita Sofía. Y dejaron claro que las clases de protocolo a las que han sido sometidas durante años han dado sus frutos. Además, fueron un soplo de aire fresco a un acto que habría perdido toda la alegría en los últimos años.
Leonor y Sofía se estrenan en la recepción de Marivent
En la misma línea, Leonor y Sofía fueron los nombres más repetidos en los artículos y crónicas de prensa que cubrieron el acto. Se llevaron el protagonismo por delante de Felipe, Letizia y Sofía.
Pero ello no quiere decir que los monarcas pasaran desapercibidos. Todo lo contrario. Especialmente Letizia, cuya actitud fue muy comentada. Y no precisamente para bien. No es un secreto que a la reina no le gustan este tipo de actos. Los considera una pantomima. Y como en otras ocasiones, huyó del lugar en cuanto vio la oportunidad.

La reina Letizia se escaquea a las primeras de cambio
La consorte fue la primera en ausentarse, lo que fue considerado como un feo por muchos presentes. Desde Casa Real incluso se pidieron disculpas a algunos invitados. La explicación que se dio fue que la esposa de Felipe VI no podía soportar más el dolor en los pies. Un problema que arrastra desde hace años y que la ha obligado a protagonizar sentada en un taburete algunas recepciones.
Sin embargo, es sabido por muchos que Letizia nunca le ha tenido mucha estima a Mallorca ni a los mallorquines, tal y como han señalado expertas como Maica Vasco. Y tampoco a los círculos elitistas con los que se tiene que relacionar cada vez que visita la isla. De hecho, si fuera por Letizia, ya no irían. Pero Marivent pertenece al Gobierno Balear. Este presta el palacio a la familia real a cambio de que hagan publicidad de la isla. Y en este sentido, Felipe y los altos cargos de la monarquía consideran imprescindible mantener ciertas tradiciones.