La infanta Sofía, hija menor de los reyes Felipe VI y Letizia, ha concluido una de las etapas más importantes de su vida al graduarse en el UWC Atlantic College de Gales, donde ha cursado el bachillerato internacional durante los últimos dos años. A sus 18 años, Sofía sigue así los pasos de su hermana Leonor, aunque parece decidida a marcar su propio camino.

La infanta Sofía se queda en Gales

Ahora, con el curso terminado, Sofía se prepara para afrontar un verano en el que tendrá que tomar decisiones importantes que marcarán su juventud. La reina Letizia quiere que se quede a estudiar una carrera en Madrid. Mientras que el rey Felipe VI ha deslizado la posibilidad de que siga los pasos de Leonor nuevamente y se enrole en una formación militar. La infanta Sofía, sin embargo, tiene otros planes. Quiere irse a estudiar al extranjero. Después de saborear la independencia de vivir fuera de Zarzuela no quiere volver a casa.

La infanta Sofía en su graduación con Felipe y Letizia

De hecho, la infanta no ha querido ni volver a Madrid con sus padres. Ha preferido quedarse unos días para disfrutar del tiempo libre y sin las presiones de las aulas con sus compañeros. Probablemente para irse de fiesta por última vez a Saint Donat’s, el pueblo colindante al internado a donde han acudido habitualmente los fines de semana, dejando su regreso a la capital para esta semana.

Traer a Sofía costará 8.400 euros, pero el viaje completo se acerca a los 17.000 €

Una vuelta que, por cierto, no está exenta de polémicas. Especialmente por el medio utilizado para ello. Y es que lo hará en un avión Falcon. Según estimaciones, el viaje costará casi 17.000 euros.

Falcon 900

El coste de operar un Falcon es de unos 5.600 euros por hora de vuelo, y el trayecto entre Gales y Madrid, que dura aproximadamente una hora y cuarenta minutos, se traduce en un gasto de unos 8.400 euros por trayecto. Si se suma el viaje de ida y el previsto regreso tras sus 'vacaciones', el desembolso final ronda los 16.800 euros.

Aunque no se trata de una excepción en las monarquías europeas, donde se prioriza la discreción y la seguridad institucional, la elección ha levantado polémica. Especialmente porque Sofía ya no está desarrollando una agenda oficial, sino que se trata de un desplazamiento personal, sin compromisos de representación.