Letizia está en horas bajas. La monarca ha sufrido una auténtica campaña de desprestigio en los últimos años. Se cree que Juan Carlos I podría estar detrás como método de venganza por haberle expulsado de la corona y del país. Hace algo más de un año Jaime del Burgo reapareció en la vida de los monarcas como un fantasma del pasado con la intención de destapar el verdadero secreto que tantos años llevaban escondiendo en Zarzuela. Según el abogado, la reina fue infiel al rey con él durante varios años. Una supuesta infidelidad que habría sido el verdadero motivo de la crisis que vivieron en 2021 y que habría ido el detonante del matrimonio.
La reina siempre ha estado por encima del rey en los últimos años. Se sabe que ella es una mujer controladora y calculadora y le gusta tener la última palabra. En este caso sería el monarca quien diese las ordenes en la institución, pero ella nunca aceptó su papel de reina consorte, hasta ahora, que ha visto que todo iba en su contra. Ha aceptado su papel y casi no tiene compromisos institucionales. Todos son de una relevancia menor.
Parece que esto corresponde a una campaña para reconstruir la corona hacia un nuevo camino. Casa Real se adapta a los nuevos tiempos y va a priorizar a las dos candidatas para sustituir a Letizia, Leonor y Sofía, sos dos hijas. Ambas están inmersas en sus respectivas formaciones, y no será hasta que finalicen sus estudios cuando se involucren al 100% en la corona. En ese momento, la monarca se despedirá de la institución, jugará un papel residual, como el de la reina Sofía.
Si nos fijamos en la agenda real de Letizia prácticamente casi todos los días están libres. Se ocupa de actos institucionales menores como una entrega de premios o algún evento de cultura.
Leonor y Sofía se preparan para sustituir a Letizia
Actualmente, mientras Leonor y Sofía continúan con sus estudios, es la reina emérita Sofía quien asume algunos compromisos oficiales que los reyes no pueden atender por distintas razones. Aunque por su edad ya podría haberse retirado de la vida pública, ella ha decidido seguir activa, mostrando una firme voluntad de mantenerse al servicio de la monarquía hasta el final, al estilo de la reina Isabel II, siempre que su estado de salud lo permita.
Cuando doña Sofía ya no esté, serán sus nietas quienes asumirán gradualmente más responsabilidades institucionales. Este cambio reducirá considerablemente el protagonismo de la reina Letizia, quien quedará en un papel muy secundario. Esta transición responde a una estrategia impulsada por el rey Felipe VI para apartarla discretamente de la escena pública. En Zarzuela, tras intensas deliberaciones, se ha considerado que este es el camino más adecuado para preservar la estabilidad y continuidad de la corona.