En un movimiento que nadie vio venir, Carlos III ha decidido romper con años de frialdad y tensiones para dar a su hijo menor, el príncipe Harry, un papel protagonista en su propio funeral. La decisión del monarca no solo sacude los cimientos de la Casa Real Británica, sino que también abre un nuevo capítulo en la tensa relación entre los hermanos más mediáticos del mundo, Harry y Guillermo.

Lejos de la vida oficial desde 2020 y convertido en una figura incómoda para Buckingham, el duque de Sussex podría desfilar junto a su hermano en un gesto de reconciliación pública que pocos habrían imaginado. La jugada de Carlos III, según fuentes cercanas, no es casual: se trata de un intento de evitar que su adiós definitivo se convierta en un escenario de escándalo mediático y, de paso, volver a unir a su familia rota.

Funeral de Carlos III: el polémico rol de Harry y Meghan en el último adiós del monarca británico

La noticia, adelantada por la periodista Concha Calleja, revela que Carlos III ha modificado sin “sin pedir permiso y sin pedir perdón” su propio protocolo funerario, un gesto que podría desatar una tormenta en los pasillos del palacio. En su nuevo plan, “quiere expresamente que Harry vaya junto a su hermano, quien ya será Rey y que camine detrás de su féretro”, algo que rompe con la fría distancia que habían mantenido en eventos anteriores, como el funeral del príncipe Felipe o el de la reina Isabel II.

Pero el golpe de efecto no termina ahí. Meghan Markle y los hijos de la pareja también tendrán un lugar privilegiado, ocupando un espacio destacado como nuera y nietos del rey, pese al rechazo que han generado dentro de la institución. Según la experta, esta decisión es una declaración de intenciones: Carlos quiere borrar el pasado y dar a Harry una segunda oportunidad, incluso si eso incomoda a su heredero, el príncipe Guillermo.

Mientras tanto, voces cercanas a la Corona aseguraron en una conversación con el ‘Daily Mail’ que la Familia Real británica sigue temiendo que los Sussex utilicen cualquier resquicio para obtener beneficios económicos, como ocurrió con sus entrevistas explosivas y memorias. Aun así, el Rey parece dispuesto a correr ese riesgo con tal de dejar una imagen de unidad en su despedida.

La cumbre secreta entre Carlos III y Harry que desató el acuerdo

Detrás de este inesperado acercamiento hay un detalle que pocos conocían: una reunión confidencial apodada “La Cumbre de la Paz”, en la que participaron los equipos legales del Rey y del duque. Allí se acordó que, más allá de los escándalos, Harry retomará un rol semioficial en la monarquía británica, aunque bajo un perfil discreto y a tiempo parcial, como al inicio de su retirada. Sin embargo, no todo es armonía. El príncipe Guillermo permanece escéptico y molesto, pues la decisión se tomó a sus espaldas. Si la filtración de esta cumbre escala en los medios, advierten analistas, podría desatar un nuevo conflicto que ponga en riesgo el plan de reconciliación, e incluso provocar que el acuerdo se congele antes de ejecutarse. Por ahora, lo cierto es que el rey ha dejado claro su deseo: Harry volverá a caminar junto a su hermano, aunque sea por última vez.