Carla Vigo, sobrina de la reina Letizia, continúa siendo un tema de conversación debido a los acontecimientos que rodean su vida. Desde que perdió a su madre, Érika Ortiz, la joven ha estado en el ojo del huracán, lidiando con la presión mediática, problemas de salud mental y un entorno complicado que, según varias fuentes, no siempre le beneficia.
En los últimos meses, Carla se ha rodeado de un nuevo grupo de amigos que ha generado preocupación entre sus allegados. Según Christina Rapado, amiga cercana en el pasado, estas compañías no la han llevado por buen camino. Rapado asegura haber intentado ayudar a Carla a incursionar en el mundo del espectáculo, ofreciéndole oportunidades como desfilar como modelo o participar en proyectos cinematográficos. Sin embargo, la influencia de su nuevo entorno hizo que rechazara estas oportunidades, algo que ahora, según su círculo cercano, lamenta profundamente.
Las actitudes de Carla Vigo preocupan profundamente a la familia
Además, Pilar Yuste relató episodios que muestran un comportamiento preocupante de Carla en eventos públicos. Desde el consumo excesivo de alcohol hasta comentarios inapropiados, los testimonios han generado inquietud acerca de su bienestar emocional y físico. Estas actitudes han llevado a muchos a preguntarse si Carla está siendo manipulada o utilizada por quienes se han acercado a ella en los últimos tiempos.
A pesar de que su situación genera debate, Letizia, su tía, ha optado por mantenerse en silencio. Sin embargo, detrás de esta aparente distancia pública, se esconde un acuerdo económico que explicaría cómo Carla puede mantener un estilo de vida que supera con creces sus ingresos conocidos, como su pensión de orfandad de 400 euros mensuales.
La reina Letizia ayuda económicamente a Carla Vigo
Según fuentes cercanas, la reina habría prometido a su hermana fallecida que Carla nunca carecería de apoyo económico. Por ello, Letizia contribuiría mensualmente al bienestar de su sobrina, asegurándose de que pueda vivir en un piso tutelado de 1.500 euros al mes y cubrir sus necesidades. A cambio, Carla mantiene un perfil bajo respecto a su vínculo con la Casa Real, evitando declaraciones o apariciones que puedan generar problemas mediáticos para la monarquía.
El silencio de Carla no ha pasado desapercibido. Algunas voces críticas insinúan que su conexión con la familia real es un tema incómodo para Zarzuela, especialmente considerando los desafíos de la imagen pública de la monarquía. Letizia, firme en su deseo de evitar controversias, parece manejar esta situación desde la discreción.