En medio de los rumores sobre un posible diagnóstico de cáncer de piel del príncipe Alberto de Mónaco, algunos medios locales han analizado el decreto que firmó el príncipe monegasco en el que convertía a su esposa, la princesa Charlene, en su futura regente en caso de que él falleciera antes de que el príncipe Jacques cumpliera la mayoría de edad. Sin embargo, ha llamado especialmente la atención que el hijo de Rainiero y Grace Kelly haya utilizado la misma estrategia que usó Francisco Franco para controlar a Juan Carlos de Borbón antes de su muerte en 1975, dado que el nieto de Alfonso XIII, último rey antes de la proclamación de la República, había sido elegido para sucederlo tras la aprobación de la Ley de Sucesión en la Jefatura de Estado de 1947. Ahora, en un contexto totalmente diferente, Alberto de Mónaco decidió crear su propio consejo de regencia para mantener a raya a Charlene en el Principado

Según informó el medio ‘Vanitatis’, el decreto de regencia aprobado por Alberto de Mónaco deja a Charlene atada de pies y manos, dado que él no confía del todo en la capacidad de su mujer para cargar con la responsabilidad de gobernar Mónaco junto al ministro de Estado y el Consejo de la Corona. A diferencia de Charlene, quien tiene poco más de una década como princesa consorte, Alberto ha sido preparado toda su vida para encargarse del Principado. De hecho, él ya cumplía con las funciones de jefe de Estado mientras su padre aún estaba vivo, y en 2005, seis días antes de la muerte del príncipe Rainiero, Alberto II asumió la regencia.

Se esclarecen los detalles de la regencia de la princesa Charlene: no podrá divorciarse y dependerá de otras siete personas

De acuerdo con los estatutos de la familia Grimaldi, que incluye la modificación a la Constitución que se hizo en 2002 y el decreto fundacional de la dinastía de 1882, el heredero al trono es el beneficiario de la Corona si el príncipe reinante fallece o es incapaz de gobernar, pero solo si es mayor de edad. En caso de no serlo, el Consejo de la Corona establece que el periodo de regencia debe ser ejercido por el cónyuge del príncipe fallecido. Sin embargo, dicho cónyuge podría ser declarado no apto para gobernar, por lo que el Consejo de regencia tomaría el poder, un órgano formado por el presidente del Consejo de la Corona, el miembro más antiguo del Consejo de la Corona, el presidente del Consejo de Estado, entre otros.

Sin embargo, en los cambios realizados en 2022, se ha estipulado que Charlene de Mónaco sería la regente, pero en cualquier caso gobernaría con la ayuda de un Consejo de regencia, el cual estaría formado por siete personas: las tres primeras serían los previamente descritos en el antiguo estatuto y cuatro personas de confianza designadas por el príncipe. Eso sí, Charlene no podrá divorciarse ni separarse de Alberto para poder optar por la regencia, dado que si eso sucede la regencia caería en manos de Carolina de Mónaco hasta que Jacques Grimaldi cumpla la mayoría de edad.