La historia de amor entre Ainhoa Armentia e Iñaki Urdangarin es una de las más sonadas de la crónica social en los últimos años. Que saliera a la luz implicó derivó en el mediático divorcio de Iñaki y la infanta Cristina. Y durante meses, ha parecido una relación consolidada. Sin embargo, algunos fantasmas del pasado acechan en su entorno y están generando cierta desconfianza de Armentia en el ex jugador de balonmano.
Desde que el exduque de Palma dejó atrás su matrimonio con la infanta Cristina, parecía haber encontrado cierta paz emocional. Su relación con Ainhoa le permitió empezar de nuevo, lejos del ruido de los tribunales y de la presión de los medios. Pero en los últimos meses, el entorno más íntimo de Ainhoa ha empezado a recordarle señales que no puede ignorar. Debe ir con cuidado con Iñaki, su pasado le delata.

El pasado sentimental de Iñaki Urdangarin habla por sí solo
El ex marido de la infanta Cristina acumula una serie de comportamientos cuestionables que se repiten. Armentia ha escuchado comentarios que apuntan a una actitud ambigua por parte de Urdangarin. Algunos allegados aseguran que él nunca corta completamente sus vínculos anteriores antes de empezar una nueva relación, y temen que la historia se repita con ella como protagonista. En este sentido, el pasado del exjugador deportista no juega a su favor.
En su momento, no dejó a su ex pareja Carmen Camí hasta que no tuvo atada su relación con la infanta Cristina. Y, anteriormente, con Carmen, hizo lo mismo: no rompió con su ex hasta que Camí estaba en el bote. Además, durante la instrucción del caso Nóos, se hicieron públicos mensajes comprometedores que reflejaban una vida sentimental paralela a su matrimonio con Cristina de Borbón.

Ainhoa Armentia no está a salvo de infidelidades
Lo que más inquieta a Ainhoa es que la misma estrategia de discreción que Urdangarin utilizó entonces podría estar aplicándola ahora perfectamente. Los rumores sobre encuentros sospechosos y comportamientos que no concuerdan con la imagen que él proyecta no desaparecen. Ella, que había apostado por esta relación con una entrega absoluta, empieza a dudar de todo.
El silencio de Iñaki ante los rumores no ayuda a disipar la incertidumbre. Y mientras tanto, Ainhoa se enfrenta a la posibilidad de que aquel hombre por el que lo arriesgó todo esté mostrando, una vez más, su verdadero rostro. La forma de actuar de Urdangarin ha dejado heridas en todas sus exparejas, y Ainhoa ahora teme ser la siguiente decepcionada.