Iñaki Urdangarin se ha saltado una de las cláusulas de divorcio que firmó con la infanta Cristina el año pasado. Si quería continuar manteniendo una buena vida, debía quedarse en silencio. Él siempre ha apostado por desvincularse de los Borbón y la vida mediática, sin embargo, esta semana ha concedido una entrevista exclusiva a ‘La Vanguardia’, donde habla de su divorcio con la hija de Juan Carlos I o de su etapa en la cárcel, incluso de sus nuevos proyectos. El exjugador de balonmano habría recibido una buena reprimenda por parte de la madre de sus hijos, pero también por su exsuegro. Parece que la pareja de Ainhoa Armentia ya no tenga contacto con los Borbón, pero es solo un espejismo. Iñaki mantiene conversaciones habitualmente con Juan Carlos I, y es que es él quien le estaría financiando una vida de lujo, tal y como le prometió cuando fue juzgado.

Iñaki y Juan Carlos
Iñaki y Juan Carlos

Juan Carlos I salvó a la infanta Cristina de la cárcel. Hubiese sido un escándalo que una de las hijas del rey acabase en prisión. Sin embargo, a pesar de su enfado, no pudo hacer nada con Iñaki Urdangarin. Él creía que al pertenecer a la corona no le podía pasar nada aunque hiciese fechorías. La presión era muy alta, la ciudadanía estaba harta de la corona y el emérito tenía que sacrificar un peón. Iñaki tenía que pagar un alto precio para demostrar que la justicia era igual para todos y calmar de esta forma los ánimos. Le prometió que una vez que saliese de la cárcel, su vida quedaría totalmente solucionada para siempre.

La infanta Cristina deberá continuar con los pagos a Iñaki cuando fallezca su padre 

El exjugador de balonmano se arrepiente de haber pertenecido a los Borbón después de más de dos décadas con la infanta Cristina. Sin embargo, gracias a ellos pueden vivir a todo lujo. Según ‘Elcierredigital’, Iñaki Urdangarin se habría embolsado dos millones de euros en concepto de indemnización por un libro que una conocida editorial le ofreció escribir y al que renunció por su silencio. Además, también cobraría 25.000 euros todos los meses como un sueldo vitalicio, hasta el fin de sus días. Un dinero que le llegaría mediante transacciones desde Suiza por parte de Juan Carlos I, de esta forma se evita a la Hacienda Pública. La infanta Cristina deberá continuar con estos pagos cuando su padre fallezca.

Es evidente que Iñaki Urdangarin no se va con las manos vacías, aunque él diga que solo cobra una prestación de 900 euros por haber estado en la cárcel, como forma de reinserción. Con ese dinero no podría mantener el elevado tren de vida que lleva junto a Ainhoa Armentia, quien también dejó de trabajar cuando el exduque de Palma firmó el divorcio.

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Iñaki y Juan Carlos / EFE