Un año y medio después de que Iñaki Urdangarin oficializara su divorcio de la infanta Cristina, la relación del ex deportista con Ainhoa Armentia sigue adelante. Muchos no daban ni un euro por ella, pero lo cierto es que están callando bocas. Conviven en Vitoria, con los hijos de ella, en lo que es una relación cada vez más consolidada.

En todo este asunto, Iñaki ha sido visto como el malo. El que engañó a su mujer y buscó la forma de que se supiera para que fuera la infanta quien pidiera el divorcio. De esta forma podría conseguir un buen trato en la separación. Y lo cierto es que así fue. Ya sea la mensualidad de 5.000 euros de la versión oficiosa o los entre 25.000 y 50.000 euros que reveló Juan Luis Galiacho, no parece que vaya a tener problemas económicos.

Iñaki Urdangarin y la infanta Cristina

Ainhoa Armentia no se libra de las sospechas en Vitoria

Pero Urdangarin no es el único que es mirado con recelo por algunos sectores por su actitud y comportamiento en esta historia. Ainhoa también tiene su público particular entre el que no tiene buena fama.

Existe la percepción de que Armentia ha actuado con poca discreción. Y que, lejos de mantenerse al margen del matrimonio que tenían Iñaki y Cristina, se entrometió sin pensar en las consecuencias. Tanto para los Urdangarin, cuya familia se ha roto, como para los suyos. Y es que a ojos de muchos, ella también se la jugó a su marido.

No son las únicas habladurías que circulan por Vitoria. Hay quien comenta que Ainhoa Armentia siempre quiso conseguir un hombre famoso y con dinero. Y que fue su ambición lo que la llevó a llegar hasta el final independientemente de los daños colaterales.

Ainhoa Armentia / EFE

Claire Liebaert no la puede ni ver

Esta reputación negativa no solo afecta su vida social, sino también su posición dentro del entorno familiar de Iñaki. Claire Liebaert, madre del exdeportista, nunca ha aprobado la manera en que su hijo manejó su separación, ni tampoco la forma en que Ainhoa entró en escena. Claire, mujer de principios y muy cercana a Cristina durante su matrimonio con Iñaki, sintió una gran decepción al ver cómo su hijo traicionaba a la infanta, a quien consideraba como una hija más.

Aunque ahora Claire ha aceptado que su hijo rehaga su vida, su relación con Ainhoa es distante y fría. Viven en la misma urbanización, pero no comparten más que saludos formales. No hay cenas, ni visitas, ni gestos de afecto. La cercanía que Claire mostraba con Cristina, compartiendo viajes, eventos familiares y celebraciones, ha desaparecido por completo con Armentia.