La telerealitat de Samanta Villar, ara a Twitter en format denúncia. Una farmacèutica deu haver pensat que la periodista catalana estava gravant algun programa de l’estil “21 días tomando medicinas homeopáticas”, i l’ha feta grossa amb el que li ha receptat a la filla de la presentadora.
Villar té la nena refredada. Mocs i molta tos, que si ja són insuportables per un adult, pitjor encara per una menor. En comptes de portar-la al metge, la periodista va directament a la farmàcia per comprar un antitussigen. I aquí ve la denúncia: “La farmacéutica me habló de dos jarabes, pero me recomendó uno. Confié en ella y cogí el que me recomendaba”.
Hace unos dias me pasó algo en una farmacia que me parece escandaloso. Mi hija se levantó por la mañana con una tos bestia. Lo peor no era la tos en sí sino la frecuencia. Tosía cada 10 segundos, imparable
— samantavillar (@samantavillar) 11 de febrero de 2019
Estábamos en la calle porque se celebraba un desfile de la escuela. Entré en una farmacia.
— samantavillar (@samantavillar) 11 de febrero de 2019
La farmacéutica en seguida me habló de dos jarabes, pero me recomendó uno de los dos. Confié en ella y cogí el que me recomendaba
— samantavillar (@samantavillar) 11 de febrero de 2019
El jarabe me costó algo más de 10€, precio que me pareció caro para un jarabe antitusivo, pero todavía me llamo más la atención la dosis. Me dijo que le diera un tapón cada hora. Me sorprendió, porque ningún medicamento se suele tomar tan a menudo
— samantavillar (@samantavillar) 11 de febrero de 2019
El xarop, caríssim, es pren cada mitja hora. “Me sorprendió, porque ningún medicamento se suele tomar tan a menudo”. Un cop fora i després de diverses dosis, la periodista i el seu marit se n’adonen d’un detall que els ha passat per alt: aquest medicament és homeopàtic. “Me quedé de piedra, porque la farmacéutica no me había alertado. Si me hubiera informado, yo habría podido elegir si le daba algo a mi hija cuya eficacia no está comprobada científicamente”. No és el primer cop que un periodista famós defensa l’homeopatia. Carles Francino, sense anar més lluny, va rebre no fa gaire l’atac de les masses per la seva defensa de la medicina alternativa. Però no és el cas de la Samanta Villar.
Pagué, le di un chupito de jarabe a a mi hija todavía dentro de la farmacia, y salí. Al cabo de una hora repetimos dosis y al cabo de dos también. Fue a la tercera cuando mi marido me hizo ver algo
— samantavillar (@samantavillar) 11 de febrero de 2019
El jarabe era homeopático. 😳 Me quedé de piedra, porque la farmacéutica no me había alertado. Es obvio en la caja, pero quien mira la caja si te lo recomienda un farmacéutico? pic.twitter.com/jyL6hns3nP
— samantavillar (@samantavillar) 11 de febrero de 2019
Desde luego si me hubiera informado, yo habría podido elegir si le daba algo a mi hija cuya eficacia no está comprobada científicamente o no
— samantavillar (@samantavillar) 11 de febrero de 2019
Con razón le puedo dar jarabe cada hora... No he podido volver a hablar con la farmacéutica. Algún día me gustaría hacerlo. Lo peor que ahora voy con cuatro ojos con el personal farmacéutico
— samantavillar (@samantavillar) 11 de febrero de 2019
La presentadora catalana, indignadíssima, se sent estafada. Defineix la situació com “escandalosa”. I no és per menys. Es pot vendre medicina homeopàtica sense alertar el pacient?