El juez de instrucción número 4 de Lleida ha dictado prisión provisional sin fianza para el cazador que mató a los agentes rurales en Aspa. Lo acusa de dos delitos de asesinato u homicidio (lo acabará de determinar a medida que avance la investigación), atentado a la autoridad y tenencia ilícita de armas.

La abogada del cazador Ismael Rodríguez se ha opuesto a la prisión y ha pedido su libertad, pero su petición no ha prosperado. El acusado, que ya se esperaba la resolución judicial, se ha mostrado abatido en todo momento y arrepentido de los hechos. Tan pronto se ha conocido la resolución judicial, los Mossos lo han llevado a la prisión de Ponent, en Lleida. "Está hundido. Se lo veía venir", ha explicado su abogada, Montserrat Torres.

La declaración se ha hecho en dos partes: el interrogatorio en los juzgados y la reconstrucción de los hechos, en que el acusado no ha aportado ningún nuevo dato ni ha recordado nada diferente a lo que ya ha declarado desde un primer momento.

"Buenos días, somos del SEPRONA, descargue el arma". Así se presentaron los dos agentes rurales ante el cazador según ha relatado él mismo al juez esta mañana. "En aquel momento Ismael se dio la vuelta hacia los dos agentes con el arma cargada y disparó contra ellos a una distancia muy próxima", explica el juez en su auto.

El cazador ha mantenido esta mañana que les disparó desde una distancia de entre 10 y 15 metros, pero según el juez, el informe pericial afirma que "las heridas de los agentes parecen indicar que podría ser una distancia menor".

El juez se cree la versión del investigado de que no hubo discusión ni requerimiento por parte de los agentes, más allá de que descargara el arma. Afirma que es lo que se desprende de su declaración de los hechos y tilda de "inexplicable" la reacción del cazador, con mayor razón al no haberse dado ninguna situación de tensión o enfrentamiento previo.

El juez también destaca que a lo largo de sus más de diez años de experiencia como cazador, Ismael Rodriguez ha coincidido al menos tres veces con agentes rurales, por lo que sabía que este cuerpo no lleva ningún tipo de arma.

El investigado ha explicado que después de disparar corrió hasta donde tenía el coche. Allí encontró a un compañero, le explicó que había matado a dos agentes rurales y esperaron a que llegaran el resto de cazadores. Media hora más tarde llamó al 112 desde el lugar donde los agentes rurales tenían aparcado su vehículo y ninguno de los cazadores se acercó donde estaban los cuerpos.

Cuatro tiros, dos a cada agente rural

Ismael Rodríguez mantiene que disparó tres tiros, que son los que permite efectuar seguidos el arma sin estar manipulada. Pero el informe forense describe cuatro, dos en cada uno de los agentes rurales.

Una de las víctimas tiene un tiro en la cara y otro en el cuello. El otro agente tiene heridas por tiros en el tórax y la zona parietal.

El juez está a la espera del análisis del arma para concluir si estaba manipulada o no. En caso de que no lo hubiera estado, implicaría que Ismael Rodríguez diparó tres tiros, volvió a cargar el arma y disparó el cuarto.

Tejemanejes con la escopeta y la licencia

Ismael Rodríguez tenía caducada la licencia del tipo E para poder tener la escopeta Benelli del calibre 12 para caza menor. La Guardia Civil así se lo había comunicado y le había pedido que llevara el arma a las dependencias de la Benemérita. Pero Rodríguez prefirió poner la escopeta a nombre de un compañero de grupo, con licencia válida, y así no tener que entregarla a la Guardia Civil. Este compañero, sin embargo, no le acompañaba el día de los hechos.

Aquel día, Ismael Rodríguez se desplazó a Aspa para cazar con cuatro compañeros más de Terrassa. Sólo tenían dos pases para poder cazar en esta zona, porque dos de sus compañeros no son cazadores y no tenían licencia y él la tenía caducada.

Según el juez, "a las 7'50h Ismael entró en la zona de caza con sus compañeros, su arma y su munición". A las 10'50h los agentes rurales le pidieron que descargara el arma y él les disparó.

La reconstrucción de los hechos

Esta mañana, Ismael Rodríguez ha reconstruido los hechos en la zona de Aspa donde mató a los dos agentes rurales. La explicación del crimen delante del juez y toda la comitiva judicial, con el fiscal y su abogada, forma parte de la declaración que ha empezado pasadas las once, en los juzgados de Lleida.

"Podría ser que estar en el lugar de los hechos sirva para aportar algún dato importante para el caso", ha declarado a El Nacional la abogada del cazador, Montserrat Torres. Pero no ha sido así, porque no ha aportado nada nuevo.

A la una del mediodía ha llegado Ismael Rodríguez, con furgón policial, escoltado por los Mossos d'Esquadra y seguido por la comitiva judicial. Un poco más tarde, ha llegado al lugar de los hechos su abogada. Los Mossos d'Esquadra han acordonado la zona horas antes para impedir el acceso a la prensa y a los vecinos de la zona.

 

La furgoneta de los Mossos que llevaba al cazador se ha detenido, dentro de un camino, al lado de una caseta de obra. Desde allí, toda la comitiva judicial, vestida con petos amarillos, se ha adentrado en el campo de olivos para ver el lugar del doble crimen. Dos agentes de los Mossos han sacado al cazador del furgón, que ha permanecido esposado durante toda la reconstrucción de los hechos. Unos tres cuartos de hora más tarde, la policía lo volvía a llevar al furgón y se lo conducía a los juzgados, donde tiene que esperar la resolución del juez.

La declaración

"Está arrepentido, pide perdón, no lo entiende y está muy afectado". Así ha resumido su abogada la declaración, corta, que ha hecho en los juzgados, justo antes de marcharse hacia Aspa para participar en la reconstrucción de los hechos. El cazador mantiene su confesión del crimen y que no recuerda cómo pudo suceder. Su abogada confiaba esta mañana, antes de entrar en el interrogatorio, en que cuando lo llevaran a Aspa, en el lugar donde pasaron los hechos, recordara porque disparó a los dos agentes rurales, a poco más de dos metros de la cabeza y sin darles tiempo a reaccionar.

La abogada mantiene que asesinó a los dos agentes rurales por "un movimiento reflejo, un acto mecánico. No sabemos qué le pasó".

Parece que la estrategia de la defensa consiste en mostrar arrepentimiento, mantener la confesión, colaborar con la justicia y exponer la falta de intencionalidad. "Fue él quien hizo la llamada al 112 y está colaborando en todo momento", reitera Montse Torres, que lleva la defensa del cazador.

En los juzgados lo esperaban sus padres y su hermano. No lo habían visto todavía desde los hechos del sábado. Pacientes, se han sentado en el pasillo que lleva al juzgado de Instrucción número 4 que instruye el caso y donde ha declarado. Ismael Rodríguez ha podido estar unos minutos con su familia, antes de marcharse hacia Aspa a hacer la reconstrucción de los hechos.