"Impresionados" por las palabras que el vicesecretario de Coordinación Política del PP andaluz, Toni Martín Iglesias, escribió en su cuenta de Facebook asegurando que se sintió "gilipollas" al descubrir la realidad de Catalunya y se lamentó de "ser capaz de tragarme todos estos estereotipos", la Casa de Andalucía de Lleida lo ha nombrado "Andaluz del año 2017-Premio a la Concordia".

Martín quiso dejar claro que "con estos tópicos malignos de unos y otros, y tal como va la cosa políticamente por aquí, sólo contribuimos a extender el odio y el rechazo" y terminaba el escrito brindando con un helado de la heladería Rocambolesc, de los hermanos Roca.

El presidente de la Casa de Andalucía de Lleida, Jordi Solana, ha justificado este nombramiento por el hecho de que sus palabras "reflejan un sentimiento sincero que tenemos miles de catalanes y andaluces, de ser tratados injustamente con viejos y falsos clichés".

Eso coincide con un nuevo objetivo al cual la Casa quería dar vuelo a partir de ahora: promover el premio bajo la idea de distinguir "todos aquellos gestos y acciones que ayuden al entendimiento y el respeto entre los pueblos". La entrega del premio será la semana del 28 de febrero, que es el día de Andalucía.

Agradecido y emocionado

Martín ha mostrado su agradecimiento poniendo sobre la mesa que "es una cosa inesperada de forma verdadera, especial y emotiva para mí", así como expresando que "me anima a creer que las buenas palabras y los buenos deseos son capaces de generar concordia entre las personas".

De su lado, el presidente de la Casa de Andalucía de Lleida ha querido agradecer al vicesecretario de Coordinación Política del PP andaluz "la sinceridad con la qué ha aceptado nuestro galardón, sabiendo que detrás no hay más que el reconocimiento a la valentía de su gesto, que a bien seguro le costó alguno que otro disgusto".

Humanidad, no política

El pasado 11 de enero, Martín hizo un nuevo puesto a su Facebook acompañado de una fotografía en qué se lo puede ver haciendo un beso en el culo de la leona de Girona, un beso que dice la tradición que se tiene que hacer si quieres volver a visitar la capital gerundense.

Allí aclaraba que sus palabras no tenían que ver con una "reflexión política", sino con la vertiente "humana y de sentimientos cabe en una tierra y su gente, un mensaje que no va en contra de nadie, sino a favor de Catalunya y los catalanes."

Precisamente por eso soltó que "si alguien ha intentado utilizarlo [el mensaje] políticamente, aprovechar para convertirlo en una piedra que tirarle en otro, creo sinceramente que no se ha enterado de nada, cosa que lo"entristece".