Pues la España del "A por ellos" ya tiene lo que quería. "Todos a la cárcel", decía hace unos días el encargado de probar el sonido en la sala de prensa de la Fiscalía de Madrid. Y no, no era el subconsciente.

No han soportado el 1 de octubre. Aquello se lo tomaron como una ofensa inadmisible. Y ahora lo quieren hacer pagar a quienes cargan la responsabilidad política y social. Hoy al president, al vicepresident, a los consellers. Hace unos días a los líderes de Òmnium y la Assemblea. Pero, sobre todo, lo quieren hacer pagar a quien pueden pillar. Claro, no pueden enviar a la cárcel a 2 millones y medio de personas. De momento. Y quieren que sea un escarmiento para todo el mundo. Demostrar quién manda. Quién tiene el poder.

Todos los que ahora están yendo a la cárcel pagan el 1 de octubre. Y los que vayan los próximos días, también. El Estado intentó parar aquel día con violencia. Fruto de la rabia. Fueron más irascibles que inteligentes. Hoy lo han vuelto a ser. Aquel día resquebrajaron las posibles equidistancias. Hoy las han reventado en mil pedazos. O estás con ellos o estás con la gente que va a la cárcel porque intentó y consiguió que la gente votara. No hay otra opción. Por mucho que a algunos les pueda el sectarismo. Eso ya no va de independentismo. Definitivamente va de salud democrática. De estado de derecho.

Aquí ya se ha hecho normal cualquier barbaridad. Hay tantas que parece que ni nos inmutamos. Y no. Eso de hoy es muy gordo. Hoy el Estado español ha encarcelado preventivamente a todo un Gobierno democrático. En la democrática Europa occidental. En la de las instituciones consolidadas donde no se criminalizan las ideas, siempre que se planteen democráticamente. O así era hasta ahora.

Tristeza, indignación, desconcierto. A corto plazo. A medio plazo, los catalanes tienen la fuerza de los votos. El 21 de diciembre es la gran oportunidad. El 21 de diciembre es nuestro 155. El de los demócratas. El de los independentistas, de los federalistas, los confederales y los unionistas partidarios del estado de derecho... Ahora mismo las urnas son la gran oportunidad de defenderse de esta involución que están construyendo. Cuantos más votos haya aquel día, más fuerza tendrá la democracia de la gente.

El 21 de diciembre es la oportunidad de instaurar la ley de los votos. La ley de la democracia. Definitivamente, depende de nosotros.