El pasado 20 de junio, un servidor de usted publicaba esta pieza sobre la contaminación provocada por Ercros en el río Ebro a su paso por Flix.

Desde entonces, poca cosa más hemos sabido sobre lo que estaba pasando en aquella auténtica bomba contaminadora que cualquier día puede estallar y, sobre todo, en qué situación está. Claro, como se trata de una cuestión que pasa más abajo de Tarragona, la cosa sólo es noticia muuuy de vez en cuando. Hoy, por ejemplo. Y porque TV3, que va siguiendo el tema, ha entrevistado a Mariano de Andrés, exresponsable técnico de la descontaminación de Flix.

Si quiere escucharlo, aquí tiene un pequeño resumen:

¿Qué, pelos de punta, verdad? Es que el tema no hay por dónde cogerlo. Es evidente que la corrupción molesta mucho, pero en este caso no sabes si todavía es peor la desvergüenza de dejar el trabajo a medio hacer sabiendo que estás poniendo en riesgo la salud de mucha gente. Es que en un campeonato universal de cinismo falto de escrúpulos, esta gente quedaría descalificada por cínica y falta de escrúpulos.

Pero, ¿a quién no le ha pasado una cosa parecida, verdad? Tú, 1/ empresa pública estatal encargada de descontaminar un río donde han tirado de todo menos flores durante años y sin ningún control, 2/ resulta que te dicen que tienes una gente corrupta trabajando en el proyecto, 3/ y a ti no se te ocurre comprobar si el trabajo encargado lo han hecho realmente o no y 4/ empiezas a desmontar el operativo de limpieza sin esperar los resultados de la auditoría que analiza la gestión y los resultados obtenidos por esta gestión y, además, 5/ reincorporas a la empresa a los imputados-investigados que han quedado en libertad a la espera de juicio y, en cambio, no readmites a los trabajadores que denunciaron las prácticas de los corruptos y que, por este motivo, fueron despedidos de su puesto de trabajo por los corruptos. Vaya, todo muy normal.

Todo el mundo puede tener un corrupto en casa, pero si lo tiene, lo mínimo que se debe hacer es ponerse del lado de quién lo denunció y que, para hacerlo, se jugó el trabajo. Y lo perdió. Y no lo ha recuperado. Y todavía ahora está en el paro.

Y, a continuación, si tú eres una empresa pública dependiente del Ministerio de Agricultura, como es el caso, tienes que hacer caso de lo que dicen estas personas, que además son los que saben de qué va la cosa. Y IN-ME-DI-A-TA-MEN-TE tienes que empezar a hacer el trabajo que te ha quedado a medias. Y mucho más cuando hablamos de un tema de salud pública como este. Oiga, aunque sea en nombre de los 160 millones de euros que cobró la empresa encargada del trabajo, Fomento de Construcciones y Contratas.

Ah, y sobre quién, presuntamente, se embolsó una parte de este dinero y has reincorporado a la empresa, es urgente salir a dar explicaciones de los motivos por los cuales lo has hecho. Y, seguidamente, todos de patitas en la calle por no haber hecho bien su trabajo. Este 20% que falta, ¿sabe? Y, antes de decir buenas tardes, dimitir tú por haberlo permitido. Eso sí que sería una Operación Diálogo de verdad.