Túnez, el único país donde la Primavera Árabe ha triunfado, cuenta con un nuevo gobierno. Youssef Chahed ha sido el encargado de formar el nuevo ejecutivo, después de que el anterior no superara la moción de confianza del Parlamento. Será el Primer Ministro más joven que ha tenido hasta ahora el país, y liderará el gobierno más paritario de la región, con ocho mujeres en el equipo: seis como ministras y dos como secretarias de Estado. El nuevo gobierno tendrá que hacer frente a la crisis económica, a la deuda del país y la amenaza del terrorismo islamista.

Después de que el gobierno anterior no superara la moción de confianza del Parlamento de Túnez, hace apenas cuatro semanas, el Presidente de la República, Beji Caid Essebsi, encargó a Youssef Chahed la formación del nuevo gobierno. Aceptó la tarea prometiendo un gobierno integrador y de unidad nacional, cómo así ha sido. Con 40 miembros, el nuevo equipo cuenta con representantes de los principales partidos políticos y sindicatos del país, así como con miembros independientes que provienen de sectores como la universidad, la banca o la empresa privada. Este viernes, la Asamblea de Representantes del Pueblo de Túnez, aprobaba la moción de confianza al nuevo equipo con 167 votos a favor, 22 en contra y 5 abstenciones.

Ahora bien, la principal novedad es que habrá ocho mujeres en el equipo, dos como secretarias de Estado y seis como ministras. Hasta ahora, ningún gobierno del país había contado con tantas mujeres en el equipo, y cuando lo hacía les asignaba ministerios "clásicamente femeninos" como el de la Mujer, Familia y la Infancia o el de Cultura, que vuelve a manos de un hombre. Esta vez, también se cuenta con mujeres para ministerios como el de Finanzas, el de Sanidad, el de Turismo o el de Energía.

Retos

El discurso de Chahed ha estado centrado principalmente en la economía: la prioridad de su gobierno será superar la crisis económica en que se encuentra el país. Dos de las principales fuentes de ingresos de Túnez han sufrido fuertes caídas en este último año. La primera de ellas, la exportación de fosfatos, ha disminuido un 60% respeto al 2010, debido a las numerosas huelgas y protestas laborales del sector. La segunda de ellas, el turismo, se ha visto gravemente afectada después de los dos atentados terroristas del 2015: el ataque al Museo del Bardo así como el ataque a una playa turística en la costa de Soussa. Aquel mismo año, el turismo ya disminuyó casi un 30% y se calcula que en lo que va de 2016, lo ha hecho un 54% respecto del anterior.

También ha remarcado la importancia de resolver la deuda exterior, que ya llega al 69% del PIB, y si no se toman medidas, en el 2017 podría llegar a ser el 71,4%, según cálculos del FMI. A eso se suma un gran desajuste en el presupuesto del Estado, en el cual el déficit de este año es de 890 millones de euros. El ya primer ministro tunecino ha cerrado el capítulo económico advirtiendo que, si no se consigue equilibrar, habrá que adoptar medidas de austeridad en el 2017.

Terrorismo

Túnez es uno de los principales países desde donde salen combatientes que van a llenar las filas de grupos terroristas como el autollamado Estado Islámico. Al mismo tiempo, sus fronteras terrestres limitan con Libia y Argelia, dos países donde los terroristas islamistas cada día se hacen más fuertes. Y hace justo seis meses, el país sufrió un asalto a la ciudad de Ben Gardene, limítrofe con Libia, por parte de un grupo de terroristas que pretendía conquistarla. El ataque fue rápidamente rechazado por las fuerzas de seguridad tunecinas y desde entonces no ha habido ninguno más.

A pesar de todo, Chahed ha prometido endurecer la ley contra el terrorismo, una medida que se añade a las que tomó el gobierno anterior después de los ataques terroristas del 2015. Así, se controlan bolsos y maletas en la entrada de los hoteles, y regularmente en la entrada de supermercados, restaurantes y otros lugares públicos. También ha habido un aumento de controles policiales en vías públicas.

Corrupción

En el nuevo Túnez, único país donde la Primavera Árabe no ha fracasado, la corrupción sigue siendo uno de los temas que más preocupan a la población. Y también a los expertos, que consideran que la economía del país no se llega a elevar a causa de la corrupción. Según la ONG Transparency International, el país está situado en la posición 76 de 168 países que conforman el ranking. Ahora bien, la principal diferencia es que si antes se quedaba reducida al círculo próximo de Ben Alí, actualmente se ha extendido a diferentes sectores.

Así las cosas, el tercer gran reto al cual tendrá que hacer frente el nuevo gobierno será luchar contra la corrupción. Para hacerlo, Chahed ha prometido facilitar la acción de las instituciones que los gobiernos previos ya han creado en este sentido y reforzarlas. Y ha añadido un último gesto: en las próximas dos semanas, todos los miembros del gobierno harán pública su declaración de bienes.