Tal día como hoy del año 1783, hace 234 años, la nube tóxica formada por ácidos y cenizas volcánicas provocada por la tercera y más violenta erupción del Laki (Islandia), llegaba a Catalunya. Las fuentes describen una gran erupción -el 14 de junio de 1783- en el sur de la isla de Islandia que produjo 15 kilómetros cúbicos de lava y rocas -la cantidad de material necesaria para cubrir la totalidad de la actual ciudad de Barcelona hasta la máxima altura de la Sagrada Família- y varias columnas de gases que se elevaron hasta la estratosfera, a quince kilómetros de la corteza terrestre. También relatan que los días 15 y 16 de junio de 1783 una gran nube tóxica cubrió Escocia e Inglaterra.

Las mismas fuentes revelan que el 18 de junio de 1783 la nube tóxica había alcanzado las costas del Mediterráneo nordoccidental y, saltando los Alpes y los Pirineos, había formando un arco que abarcaba desde Génova hasta Barcelona. En los días inmediatamente posteriores se desplazaría hacia las costas del Mediterráneo suroriental, atravesando el mar en diagonal hasta alcanzar el delta del río Nilo, en Egipto, el último lugar en el que se tiene constancia de la existencia de este fenómeno. La nube tóxica de la tercera erupción del Laki alteró radicalmente el régimen de lluvias en su radio de acción y está considerado el desastre medioambiental más importante de la historia moderna de Europa.

Focos de afectación en Barcelona

Los cálculos de las investigaciones actuales confirman que los efectos inmediatos de la nube tóxica -la lluvia de materiales tóxicos- y posteriores -una severa sequía- causaron 6.000.000 de muertos en el conjunto del continente (el 4% del total de población), con especial incidencia en Escocia, Inglaterra, los Países Bajos, Francia, Catalunya y el Milanesado. En Catalunya, las cifras disponibles hablan de pérdidas de capital humano con puntas de un 30% en algunos pueblos de las llanuras occidentales del país, que afectaron sobre todo a los colectivos de población infantil y de personas con una salud precaria. La nube tóxica y la lluvia de cenizas fueron interpretadas, por la cultura popular, cono un fenómeno apocalíptico.

 

Ilustraciones: 1. Mapa de Islandia, finales del siglo XVI, archivo de El Nacional. 2. Plano de Barcelona 1783. Intech. World's largest Science, Technology & Medicine Open Access book publisher