Tal día como hoy del año 1902, hace 115 años, abría las puertas –en el paseo de Sant Joan de Barcelona– el Ateneo Enciclopédico Popular, que sería hasta la ocupación franquista de la ciudad, el 1939, el icono de la democratización de la cultura, de la defensa de los derechos humanos y de la cultura de la paz. Fue fundado por un grupo de intelectuales de ideología republicana y catalanista con el propósito de facilitar el acceso a la cultura a las clases obreras. En aquel grupo fundacional destacarían las figuras de Josep Tubau, intelectual; Eladi Gardó, pionero del cooperativismo; Francesc Layret y Lluís Companys, abogados laboralistas, y Luis Bulffi, impulsor de los movimientos de emancipación de la mujer.

El año 1902 el sistema de enseñanza público y obligatorio ya se había universalizado. Pero el mismo sistema impedía que los hijos de las clases populares pudieran acceder a estudios más allá de los estrictamente elementales. Los estudios superiores se mantenían como un coto de las clases privilegiadas, que de esta forma se perpetuaban en el poder. A todo ello había que añadir que la escuela elemental, tanto la pública como la privada, llevaban a cabo programas educativos con una fuerte carga doctrinaria que justificaba el sistema de clases. Los movimientos obreros impulsarían la creación de ateneos –como el Enciclopédico– ideado como un vehículo de emancipación a través de la cultura.

El Ateneo Enciclopédico Popular llegó a reunir a 25.000 socios, algunos de los cuales eran figuras relevantes como Salvador Seguí, el Noi del Sucre, o el president Francesc Macià. Fue un auténtico foco de difusión de la cultura, y tuvieron una participación destacada figuras como Federico García Lorca, Joan Salvat-Papasseit o Carles Fontseré. Con la ocupación franquista se aplicó el ideario del general legionario Millán-Astray: "Muera la inteligencia y viva la muerte". El Ateneo Enciclopédico fue ilegalizado y su biblioteca –formada por miles de volúmenes– fue calcinada, excepción hecha de algunos documentos que fueron confiscados y trasladados al Archivo de Salamanca.