Esta mañana la plaza Francesc Macià de Barcelona se ha despertado con un aspecto completamente diferente al que normalmente nos tiene acostumbrados. Un sol gigante en el centro de la plaza ha irradiado a esta de color.

Una veintena de activistas de Greenpeace han pintado un gran sol de 50 metros de diámetro para apoyar a las energías renovables y reivindicar el fin del impuesto al sol.

Según informa Greenpeace en un comunicado, el grupo de activistas ha usado más de 2.000 litros de pintura ecológica para dibujar el sol que rodeaba la plaza. Esta organización ya realizó una reivindicación parecida a la plaza del Arco de Triunfo de París en el 2015, coincidiendo con el desarrollo de la cumbre del clima.

Con esta acción, Greenpeace quiere denunciar que el Gobierno boicotea, en España y en Europa, "el derecho ciudadano a participar de la transición energética hacia las energías renovables como motor de los esfuerzos por frenar el cambio climático".