Iflex invertirá 3,8 millones en la ampliación de la fábrica de Ullà para asegurarse el crecimiento

El fabricante de embalaje flexible Iflex ha cerrado una ampliación de capital de 5,5 millones de euros en el mercado de capitales BME Growth, donde cotiza desde el 30 de noviembre de 2023. La compañía, propiedad de sus fundadores, la familia Puig, ha dado entrada a tres socios industriales -Flycorp, Mirling Europe e IVI Grupo Cosimet- y ha diluido la participación familiar de algo más del 60% a un 45%, aproximadamente.

Iflex destinará los fondos recaudados a la compra de unos terrenos industriales de 12.000 m², valorados en 1,1 millones de euros, para una futura ampliación de la capacidad productiva de la planta situada en Ullà (Girona), de 7.000 m². La inversión inicial prevista para todo el proyecto está en torno a los 3,8 millones de euros. Con este crecimiento orgánico, el grupo pasará de una producción de 78,4 millones de metros lineales de filme para embalaje flexible a más de 130 millones de metros lineales. La compañía también explorará las oportunidades de compra de otras empresas del sector en España, "con el objetivo de reforzar posicionamiento competitivo en el sector", ha reconocido la empresa.

El grupo fía su crecimiento al potencial que tiene el segmento del embalaje flexible con innovación y adaptación a los nuevos retos globales, en especial en términos de sostenibilidad y digitalización. La compañía fabrica los embalajes flexibles en varios materiales -papel, PET, polipropileno, polietileno, aluminio, etc. -, desde filme bobina (para confeccionar bolsas, sachets, sticks, tapas, etc.) a formatos como los cada vez más habituales Doypacks -una bolsa flexible y sellada por tres lados, con una base que le da forma para que pueda mantenerse derecha y una parte superior donde se incluye un filtro o algún sistema de abertura o cierre hermético-, y las etiquetas envolventes. Lo presenta en diferentes formatos como bolsas, bricks, blísteres, sobres monodosis, filme twist y soluciones personalizadas para los fabricantes del sector de la alimentación y las bebidas, la farmacia, limpieza del hogar y detergentes, higiene personal, comida para mascotas y otros usos industriales. La compañía cubre todo el proceso, desde el diseño hasta los retráctiles definitivos, pasando por la impresión, el laminado y el corte.

40 años de historia

Fundada en 1986 por los hermanos Josep Maria y Genís Puig, Iflex ha alcanzado una facturación de 14,34 millones de euros en el 2024, un 2,4% superior en el 2023. El sector de la alimentación sigue siendo la principal fuente de ingresos de la compañía, con una ponderación de casi el 70% sobre la cifra de negocio, seguido por la farmacia/cosmética con un 20,7% y otros sectores donde representa un 9,66%. En su informe anual, el grupo destaca que el año pasado las ventas en empresas del sector de la alimentación crecieron un 15,8% y las de farmacia y cosmética un 10%. Mientras que la demanda en otros sectores se contrajo, pasando de representar el 19,1% en el 2023 al 9,7% en el 2024. Por procedencia, España, Portugal y Andorra acaparan el 80,7% de la cifra de negocio, casi tres puntos porcentuales más con respecto a 2023. Con respecto a las ventas en el exterior, Francia es el principal mercado de la compañía, con el 16,8% del total de la facturación anual. La compañía trabaja en otros mercados europeos y el norte de África.

Como resultado del aumento de los costes operativos, y en particular de los gastos de personal que crecieron en torno a un 12% por la incorporación de nuevos profesionales en el área comercial, el resultado operativo (ebitda) registró un descenso del 5,3%, subiendo a 1,63 millones de euros. Mientras que el resultado de explotación (ebit) fue de 1,04 millones de euros, hecho que supone una caída del 14,7% explicada fundamentalmente por la disminución del ebitda y el crecimiento un poco superior al 20% de la dotación para amortizaciones del inmovilizado. De esta manera, el resultado neto del ejercicio 2024 ascendió a 847,6 millares de euros, un 2% inferior al registrado en el 2023, y del cual 500.000 se han destinado a dividendos para los accionistas. A cierre de 2024, la compañía tenía una deuda financiera de unos 3 millones, la mitad de los cuales a largo plazo.

El director financiero del grupo, Pere Puig, asegura que la política de dividendos se mantendrá en el 2025 como mínimo en el 50% del beneficio neto. Esta remuneración supone, a niveles actuales de cotización, una rentabilidad bruta de entre el 4 y el 5%. En el primer trimestre del año, Iflex ha ingresado 4,2 millones de euros, un 16,7% más que en el mismo periodo de 2024 y un flujo de caja de poco más de medio millón de euros, con una mejora del 22%; datos que, según el directivo, "refleja la adecuada gestión de nuestros recursos y la correcta ejecución de nuestra estrategia".

Iflex prevé que el crecimiento del consumo de productos listos para el consumo, alimentos congelados o snacks saludables siga favoreciendo el embalaje flexible; también el auge del comercio electrónico requerirá soluciones de embalaje más eficientes, ligeras y resistentes; y el fomento de la economía circular con envases más sostenibles y reciclables. También consideran que se verán favorecidos por la digitalización de la cadena de valor: el avance de la Industria 4.0 en los procesos de impresión, trazabilidad y personalización del embalaje abrirá nuevas vías de diferenciación y eficiencia operativa, especialmente en productos prémium o personalizados.