La vorágine informativa de la campaña electoral hace que muchas veces pasemos por encima de respuestas valientes, sinceras y cargadas de razón. Es el caso de la reacción que tuvo uno de los integrantes de la lista de la CUP a la alcaldía de Barcelona, Jordi Magrinyà, después de ser requerido por un periodista de La Sexta a repetir sus declaraciones en castellano. La típica escena que se repite en cualquier rueda de prensa realizada en tierras catalanas, un gesto de "cortesía" casi obligatorio que muchos perciben como un acto de sumisión al españolismo. Un hecho del que se ha hartado Magrinyà, que replicó con una gran sonrisa al periodista que "subtitulara sus declaraciones". ¿Por qué? Por una hilarante razón: "Si fuera Michael Jordan, pondríais subtítulos en inglés"

Una respuesta de crack a la altura del mítico jugador de la NBA, y que la red ha aclamado por su valentía e ingenio al rehusar el requerimiento de La Sexta. Son muchos los catalanes y catalanas que han sufrido la discriminación lingüística cuando se expresan en su idioma fuera de Catalunya, un agravio que tradicionalmente se ha aceptado con resignación y obediencia. Bien, pues Magrinyà ha abierto una grieta en el corazón de este concepto tan servil y monolítico.

Evidentemente, la rebelión del candidato de la CUP ha inflamado las delicadas entendederas de tabarnienses, unionistas y resto de catalanófobos de aquí... y de allá. De hecho, le han acusado de "hispanófobo cerril", "maleducado", "cabeza cuadrada" y "rata", entre otras amorosas palabras. Una piel muy fina, la suya. No escuchamos tantas quejas cuando humillan el catalán. Bravo, Jordi.