María Rodrigo Molino o, tal y como era conocida en su barrio, la "María de las tortillas", era una mujer divertida. No hace falta haberla conocido para saberlo: su esquela, ahora que ha fallecido, lo hace evidente.

La familia de María ha querido despedirla con el toque de humor que caracterizaba a la señora. En vida, era aficionada a la sección de esquelas de los diarios, donde evidentemente, nunca encontraba su nombre, y bromeaba con el día en que apareciera, porque ya no estaría aquí para leerlo.

Y así ha sido. La esquela de esta sevillana es la más divertida que hemos visto hasta ahora: "Para un día que salgo en una esquela y no me veo", se puede leer.

Además de divertida -o quizás también por eso-, María era una mujer querida. 13 años cocinera de un bar de escuela, la acabaron conociendo como 'María de las tortillas', por su habilidad para cocinar este plato.

Entre sus momentos destacados en vida, cabe destacar cuando era la jefa de cocina del Hotel Oromana, en Alcalá de Guadaíra, y la selección española acudió al restaurante para celebrar la recordada victoria por 12 a 1 ante Malta, en el año 1983, con la que se clasificaron para la Eurocopa del año siguiente.

Que no falte el buen humor... incluso cuando ya no se está presente para ponerlo en práctica.