Uno de los mundos por explorar, que darían para escribir una enciclopedia de curiosidades, es el de los restaurantes y bares, concretamente, con respecto a sus menús y a los platos de sus cartas. Hay quien derrapa de mala manera haciéndose el gracioso, hay quien no se lo piensa dos veces o hay quien deja ir un tufo de catalanofobia, como un restaurante de Madrid donde el actor Josep Julien se encontró una apreciación peculiar cuando escogía los postres, a escoger entre cuatro platos:

Esta precisión, crema catalana no hecha en Catalunya sino hecha en Madrid, sobraba. Es evidente que no harán quemar la crema a 650 km y llevarla a Madrid para servirla:

carta crema catalana tw
 

Ahora, nueva sorpresa provocada por la carta de un restaurante, tal como han destacado en el Huffington Post. Una carta de un restaurante de Canadá, después de que un usuario haya compartido en las redes sociales qué se ha encontrado. Una carta curiosa de paellas, probablemente el plato más famoso fuera de España. Pero de aquí a lo que ha visto el usuario, hay un mundo.  “Hola, tuiter, ayer vi esta carta de paellas en un restaurante canadiense y pensé que os gustaría verla. De nada”. Y realmente, lo que se ha encontrado llama la atención, tal como adjunta con una explícita foto donde podemos encontrar hasta catorce tipos de paellas diferentes, a cuál más inverosímil. Por ejemplo, la paella catalana con, atención, cordero, pollo, mejillones, chorizo y calamares. Toda una aberración. No es la única. También está la paella casera, que lleva ni más ni menos que mejillones, calamares, sardinas, bacalao y chorizo (y dale con el chorizo), o la paella malagueña, con marisco, pollo y, como no, chorizo. O la paella Galicia con langosta, marisco, pollo y... ¡bingo!, chorizo. O la paella atlántica que lleva gambas, vieiras, almejas, calamares, mejillones, bacalao y bogavante (qué extraño que no le pongan chorizo...).

 

Es curiosa la obsesión de este establecimiento por el chorizo. La mitad de las paellas, siete de las catorce, llevan chorizo. Debe ser que lo deben encontrar muy español y mucho español, como diría Mariano Rajoy. Eso sí, no han considerado oportuno ponerlo como uno de los ingredientes de la paella valenciana. Otro tema ya son los abusivos precios del restaurante. La red no da crédito:

Echamos de menos una buena paella de Valls con calçots y salsa romesco, la paella del Maresme con fresones, la paella de l'Escala con anchoas, la paella de Cadaqués con taps, la paella de Vic con fuet, la paella de L'Empordà llena de brunyols o una buena paella de Agramunt repleta de turrones.