Los mejores tejanos del mundo se producen en Japón. Es una afirmación contundente, que te puede sorprender, ya que cuando hablamos de la industria del denim a menudo la relacionamos con los Estados Unidos. Pero la realidad es que los fabricantes nipones están elaborando un producto de una calidad extrema, y por este motivo se ha hecho un documental titulado "Weaving Shibusa" y dirigido por el director norteamericano Devin Leisher, que saca a la luz todos los secretos de su producción a través de entrevistas a las figuras más legendarias y respetadas de la industria de tejanos japonesa.

Los raw denim de producción japonesa se han convertido en las piezas más buscadas por los fashion victims que se pasean por la quinta avenida de Nueva York, por Le Marais de París o por el barrio de Dalston de Londres. Las boutiques más refinadas de estas ciudades los venden a precios prohibitivos y las mejores marcas americanas de tejanos presumen de fabricación nipona.

Captura del trailer "Weaving Shibusa" 

Y tienen motivos para hacerlo, ya que las técnicas empleadas por los japoneses, siguiendo su esencia cultural, huyen de las prisas y se acercan a aquella artesanía milenaria que siempre ha acompañado al país. La aplicación meticulosa de las técnicas tradicionales de tejido, unidas con la obsesión por el proceso de elaboración artesanal, es lo que ha dado a este preciado producto una calidad diferencial en el mercado mundial.

El concepto Shibusa

El título de este documental, "Weaving Shibusa" o "Cosiendo Shibusa", proviene de un concepto tradicional japonés que hace referencia a una estética que nació a través de unas estrictas leyes que dictaban los monjes a la gente común sobre qué indumentaria les estaba permitido llevar.

Fotografía de Shutterstock

El director norteamericano también nos muestra otras curiosidades que nos ayudan a entender la dimensión de este producto. Algunos fabricantes han llegado tan lejos que incluso utilizan telares tradicionales para preservar y garantizar la fidelidad más absoluta a los métodos tradicionales. Otros han incorporado técnicas centenarias de teñido y fermentación del Índigo (allí denominado Aizome), el colorante de los populares blue jeans. Consiguen una calidad inalcanzable para los rivales en el mundo de la moda del planeta.

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¿Cuándo nació esta industria?

Al principio de la década de los 60, las empresas japonesas empezaron a fabricar vaqueros fruto de la demanda de los jóvenes nipones, embelesados por las modas americanas, la cultura del pop i la industria cinematográfica de Hollywood.

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Fue con el paso del tiempo cuando estas empresas fueron ganando reputación. Los nipones siempre han sido reconocidos por muchos productores como grandes imitadores de ideas y conceptos de occidente. Y no sólo copian los productos, sino que en muchos casos los mejoran.

Hoy en día auténticos devotos del denim de todo el mundo peregrinan a la ciudad de Kojima, en la prefactura de Okayama, considerada la meca de los vaqueros japoneses, para hacerse con un producto que reúne la vanguardia y la tradición, una simbiosis que siempre ha marcado profundamente al país del sol naciente.