Grasset desolado. El presentador más veterano de TV3 ahora que se marcha Ramon Pellicer, todavía hace vacaciones esperando que se estrene la segunda temporada de La selva, un magazín que ha ido de menos además hasta convertirse en líder de audiencia. Un éxito atribuible a los cambios de la productora Atomic Beat de Joan Rufas y al carisma del periodista. Xavier Grasset, 62 años, tiene la familia en Reus y trabaja en Barcelona. Ha pasado el verano viajando, haciendo naturaleza y cultura con su mujer Anna Maria y sus gemelos Bernat y Anna. Su programa diario es de los últimos a devolver porque no es interno de TV3 sino co-producido. Mientras prepara cambios para la reentre Grasset sigue regalando imágenes en su cuenta de Instagram y este fin de semana final de agosto ha quedado entristecido con una noticia sorprendida por los reusenses: cierra el Farggi del centro de la ciudad, una de las heladerías más amadas de Reus, de la cadena catalana del Grupo Farga. Solo cierra el de Reus pero es una pésima noticia. Para remachar el clavo ponen un Vivari, una cadena china de locales para tomar un café y un cruasán congelado. Los reusenses salen perdiendo:
Xavier Grasset habrá tapizado muchos helados en este establecimiento céntrico ubicado en la plaza del Mercado de Reus, en los porches de la famosa Casa Navàs. Farggi anunciaba por sorpresa que baja la persiana el último sábado de agosto. No han podido esperar ni que se acabe el verano, para no tener que pagar el alquiler de septiembre. Un cartel colocado en una de las puertas del local donde se ha hecho la foto el Grasset dice: "Os queremos dar las gracias de todo corazón por vuestra confianza y fidelidad. Después de 18 años ha llegado el momento de poner punto final a esta etapa". Según ReusDigital ha sido "una decisión meditada porque el negocio exigía un alto nivel de sacrificio y dedicación. Los responsables de la heladería cambian de trabajo y en este céntrico número 6 de la plaza del Mercat acogerá una cafetería de la cadena Vivari, que tiene centenares de locales idénticos y sin personalidad derramados por toda Barcelona y ahora por todo el país. Grasset ya tiene tema para La selva: helados o cruasanes precongelados.
Este no es un caso de cierre por ruina económica sino por cansancio de los arrendatarios. Las heladerías son uno de los negocios que más margen de beneficio deja en las ciudades, a pesar de ser mucho estacionario. Fatggi había entendido que en invierno puede vender chocolate y melindros y seguir haciendo caja, pero no lo bastante para mantener viva la llama en el centro de Reus. Cierto que Farggi es una cadena como Vivari pero catalana y con más personalidad y calidad. Grasset siendo algo más, nostalgia por veinte años tomando el mismo helado en su casa en Reus. Emoticono de lagrimita. Da ganas de llorar, sí.